LONDRES, (Reuters) .-Al igual que los siete enanitos de Blancanieves, los pastores de las Islas Canarias, España, chiflan mientras trabajan y utilizan este sonido para comunicarse a larga distancia.
Nadie sabe por cuánto tiempo los pastores de la isla de La Gomera han usado este lenguaje por silbidos, llamado Silbo Gomero, pero investigadores estadounidenses y españoles dijeron que el cerebro procesa dichos sonidos de la misma manera en que lo hace con las palabras.
"Hallamos que las mismas zonas (del cerebro) que se activan con el lenguaje (hablado) son las que se activan con el Silbo", dijo a Reuters Manuel Carreiras, de la Universidad de La Laguna en la isla de Tenerife, que forma parte de las Canarias.
Carreiras y su colega David Corina, de la Universidad de Washington, Estados Unidos, usaron la técnica de imágenes por resonancia magnética funcional para detectar la activación cerebral en cinco sujetos hispanohablantes y cinco pastores que, además de hablar castellano, emplean el lenguaje Silbo en su comunicación diaria.
Durante dos experimentos, los voluntarios oyeron oraciones en ambos lenguajes mientras los investigadores vigilaban su actividad cerebral.
Cuando los silbadores oyeron las oraciones en Silbo, se activaron zonas en la parte izquierda de sus cerebros, incluidas áreas vinculadas a la comprensión y la producción del lenguaje, junto con una región en el hemisferio derecho que se cree está asociada con el procesamiento lingüístico.
Los cerebros de los hispanohablantes que no conocían el Silbo no mostraron la misma respuesta, lo que indicó su desconocimiento del lenguaje por silbidos, según los científicos. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Nature.
Cuando se oyeron oraciones en castellano solamente, ambos grupos mostraron el mismo patrón de activación bilateral en el cerebro.
"Nuestros resultados añaden más evidencia sobre la flexibilidad de la capacidad humana para (comprender) lenguajes de varias formas", dijo Corina.
"Los que no comprendían el Silbo no lo reconocieron como idioma. No tenían nada (específico) que captar, por lo que se activaron zonas múltiples del cerebro.
Pero los silbadores analizaron (el estímulo) de manera diferente, como un idioma, y se activaron las zonas vinculadas al lenguaje", expresó en un comunicado.
El Silbo, que se cree fue introducido en esta isla por miembros de tribus bereberes de Africa del Norte, condensa el castellano en vocales y cuatro consonantes.
En Grecia, Turquía, China y México también se usan lenguajes por silbidos, según Corina.