El Siglo de Torreón
SALTILLO, COAH.- Unos 800 internos de baja peligrosidad de los ocho centros penitenciarios de Coahuila, serían beneficiados con un sistema de penalidad alternativa en el que purgarían su condena fuera de prisión, monitoreados con brazaletes electrónicos, anticipó el secretario de Seguridad Pública en el Estado, Fausto Destenave Kuri.
Dijo que la medida, cuyo costo no se ha terminado de evaluar pero que entraría en vigor el próximo año, repercutirá de manera favorable en la rehabilitación social y también en la disminución de la sobrepoblación penitenciaria que existe en Coahuila.
Explicó que los reos sentenciados por daños, homicidio y lesiones culposas, robos menores y hasta fraudes, podrían recuperar su libertad, rehabilitarse al lado de sus familias y reintegrarse a labores productivas con lo que estarían en condiciones de mantener económicamente a sus hijos y reparar los daños que causaron.
Informó que en los ocho penales (varoniles, femeniles y juveniles) del estado, hay unos cuatro mil internos. Señaló que de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la sobrepoblación penitenciaria en Coahuila es del ocho por ciento, es decir, menos de 400 reclusos. Dijo que el mayor problema se registra en los centros penitenciarios de Torreón y Ciudad Acuña.
Sin embargo, estimó que al inicio del programa ?el beneficio sería para 800 internos?, con lo que los problemas por saturación de reos se resolverían de inmediato.
Dijo que el sistema de penalidad alterna opera con éxito en diferentes países de Europa y señaló que en México lo adoptó desde hace tiempo Baja California.
En este mismo tema, el gobernador del estado, Humberto Moreira Valdés, citó un ejemplo de los beneficios que traerá el programa de penalidad alternativa.
?Se puede dar el caso de una ama de casa que compra unos muebles, no los paga y los vende más adelante, ahí comete un delito y va a la cárcel por uno o dos años. No es un delincuente de alta peligrosidad y con el brazalete podrá salir de prisión para estar al pendiente de sus hijos y trabajar, de tal forma que podrá reunir dinero para reparar el daño que causó, algo que desde la prisión no podría lograr?.
Fausto Destenave anotó que ?el programa es positivo por donde quiera que se le vea?, ya que alienta la rehabilitación social, despeja la carga social que representa para el Estado el desamparo de la familia del delincuente y garantiza la reparación del daño.
Reconoció que la aplicación del programa requiere modificaciones legales cuyas iniciativas se enviarán al Congreso Estatal cuando se cuente con el presupuesto de gastos que ocasionará la medida.
