EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

¡Qué bonita familia!/Paideia

Gabriel Castillo

Es difícil sustraerse del tema de actualidad, el relacionado con el “cuñado incómodo”, no solamente por su vigencia sino porque tiene que ver con la posibilidad o no de que continúe un estilo de Gobierno, que tiene como sello amparar desde el poder negocios jugosos de familiares de las más altas autoridades del país. Por ello el señor Felipe Calderón está ahora en serios aprietos, después de que en el debate todavía se portara como un estudiante con desplantes de arrogancia, bravucón y provocador, ya que le tuvieron que propinar su “estate quieto” con un duro golpe en donde más le podría doler: en sus “manos limpias”.

Existe un firme señalamiento en contra del hermano de la esposa del candidato panista a la Presidencia de la República, por los beneficios económicos recibidos, gracias a negocios con dependencias gubernamentales vinculadas al paso de don Felipe “Manos Limpias” Calderón por el Gabinete del sexenio del cambio, además de importantes niveles de evasión fiscal por parte de las empresas que representa el ya famoso cuñado Diego Zavala Gómez del Campo. Ante ello, el Partido Acción Nacional y su candidato se han limitado a negar algo que ha sido documentado por la parte denunciante y reconocido por el propio Diego Zavala en declaraciones que son del dominio público.

Se defienden diciendo que Calderón no firmó ningún contrato, pero habrá que recordarles que nadie ha dicho, ni pensado siquiera, que el señor candidato del PAN es tonto o ingenuo como para hacerlo, sólo se ha planteado que su cercanía con quienes ejercen el poder ha posibilitado que los familiares de su esposa vean grandes beneficios para sus empresas en muy poco tiempo.

Lo que resulta preocupante es que quien pretende gobernar a México bajo el slogan de las “manos limpias” y que pregona el valor de la familia, en particular de la suya, no reconozca que por el lado de la familia de su esposa se ha ido tejiendo una red de intereses, que empiezan a salir a la luz pública a raíz del caso del “cuñado incómodo”. Pues no se trata sólo de las empresas de las que son socios por lo menos tres hermanos de doña Margarita Zavala Gómez del Campo, aspirante a primera dama, y de las cuales hoy se conoce que han tenido un crecimiento en sus ingresos, por contratos con dependencias de Gobierno en los últimos años, que la propia Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) ha considerado irregular, pues a decir de uno de sus representantes no es normal, entre los cientos de empresas relacionadas con el desarrollo de software, de comercialización e infraestructura a nivel nacional afiliadas al organismo, que se den crecimientos tan rápidos como el de la empresa Hildebrando, ligada a la familia Zavala Gómez del Campo, por lo que el caso según Canacintra “levanta sospechas” y debe investigarse el tráfico de influencias.

Pero decía que no sólo es el caso de las empresas en entredicho donde son socios los hermanos Zavala, sino que existen otros vínculos familiares relacionados con asuntos sumamente delicados. Por una parte está el caso de Javier Arrigunaga Gómez del Campo, primo de la esposa de Calderón, quien fue el primer director del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). El señor Arrigunaga firmó los pagarés originales de ese enorme fraude, debido al cual el país quedó endeudado por cientos de miles de millones de pesos, que estamos pagando los mexicanos sin deber nada. Pero, por otra parte, ¿se acuerda usted de Roberto Hernández Ramírez, ex dueño de Banamex y muy amigo de Carlos Salinas de Gortari? Pues resulta que el señor Roberto Hernández, quien cargó las deudas de su Banco por aproximadamente 60 mil millones de pesos al Fobaproa y lo vendió a extranjeros en millones de dólares sin pagar un peso de impuestos, es hermano de doña María Elena Hernández Ramírez, tía política de Javier Arrigunaga, el primo también incómodo de la esposa de Calderón, quien fue enviado a París, después de la misión cumplida en el Fobaproa, como embajador ante la OCDE y más adelante ubicado en un alto cargo ejecutivo en Banamex que ocupa hasta la fecha, según el seguimiento que le han dado algunos analistas en materia económica como Enrique Galván Ochoa, columnista de un importante diario de circulación nacional.

Lo señalado es una muestra de lo que puede seguir saliendo si se sigue escarbando en el caso de la familia Zavala Gómez del Campo, familia política de candidato panista Felipe Calderón. Y eso que don Felipe no es presidente, ¿Se imagina usted si llegara a serlo? Tendríamos durante los próximos seis años una versión corregida y aumentada del caso Sahagún-Bribiesca, familia política del presidente Fox, que se convirtieron en un gran lastre para su Administración y que a la fecha es un asunto sin resolver, el cual estoy seguro le seguirá más allá del sexenio que está por terminar. Por ello no considero saludable para el país que se continúe con el esquema de las familias consentidas del régimen, a costa del erario público, ya que está probado que lo que tanto criticaron a los priistas en los ejemplos de las familias López Portillo y Salinas de Gortari, los panistas lo han venido superando con creces. Qué bueno que ha quedado en evidencia que el lema de campaña panista “Para que vivamos mejor” se refiere sólo a la familia y los allegados del candidato.

México no se merece más de lo mismo, hagamos todo lo que esté de nuestra parte para contribuir al cambio de rumbo. Además, no dudo que es bueno resaltar el valor de la familia, pero no demagógicamente, pues lo que no se vale es hacer unas cuantas familias felices en la élite del poder, mientras millones de familias viven la angustia de no saber qué comerán al día siguiente, como saldo del modelo económico que nos han recetado los del PRI y los del PAN.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 219579

elsiglo.mx