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¿Qué haces Ruso?

Héctor Adomaitis

Corría comienzos del 2001 y estando en Buenos Aires con Cruz Azul para participar en la Copa Libertadores, entra Mauro al cuarto del hotel y me hace dos preguntas, la primera de ellas da título a la presente columna.

En ese entonces venía desde Europa por unos días de descanso y aprovechó para ir a saludarme a la concentración cementera, la segunda pregunta fue ¿qué estoy haciendo Ruso, ganando menos?

Mi respuesta fue: ?Estás loco, que estás diciendo (era su juventud), vos luchastes por esta posibilidad y estás pagando el derecho de piso, pero escucha bien lo que te voy a decir: tienes las condiciones suficientes para jugar en la selección de Argentina, mentalízate que los va a conseguir?.

El llamado de Marcelo Bielsa nunca llegó y Giovanni Trapattoni, técnico en ese momento de Italia lo convoca por su doble nacionalidad y mencionó que si sabía que podía jugar para la ?Scuadra Azurri?, lo hubiera convocado antes.

Lo conocí en un entrenamiento en las instalaciones de Santa Rita, estábamos haciendo un trabajo de cancha, él pasó por el lado mío dando vueltas al terreno, empezó a jugar y se notaban sus condiciones, era cuestión de tiempo, recuerdo que compartíamos muchas carnes asadas con la familia Saavedra ? López Rubio, y Mauro jugaba a encestar en un aro de basquetbol que había en la pared.

Nos encontramos en Cruz Azul, venía de hacer un excelente campeonato en Banfield de Argentina, con los cementeros ganó experiencia, se afirmó, pero él quería ir a Italia, a pesar de las ofertas de otros equipos mexicanos.

Hoy en día lleva varios años en el país de la pasta, completamente adaptado, hasta en su juego cambió, dejó de gambetear tanto y a desprenderse rápido del balón, está en un equipo de primer nivel (el Juventus) y representa a la ?Scuadra Azurra? en semifinales.

Está cosechando el esfuerzo y sacrificio de tantos años, hace poco hablando con él, me dice que le estaban ofreciendo renovar el contrato y tenía dudas. En tono de reto le dije: ?que tienes que pensar, a donde te digan que firmes, estampa tu rúbrica y sigue disfrutando de los ñoquis?.

Me alegro por él y toda su familia, pensar que el Santos Laguna apenas en cuenta gotas lo pudo disfrutar.

Por si todavía no se dio cuenta, estoy hablando de Mauro Camoranesi, un joven que pisó el césped del Estadio Corona, y que hoy en día viste la camiseta azul de Italia, un azul de un día diáfano en Torreón.

Hasta la próxima.

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