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París, Francia.- Alrededor de 70 vehículos fueron incendiados en las afueras de París al inicio de las festividades del 14 de julio, fiesta nacional de Francia, que conmemora la toma de la prisión de La Bastilla en la Revolución Francesa de 1789.
Según un balance hecho público ayer, los incidentes se produjeron en 23 localidades del departamento de Seine-Saint Denis, que rodea la capital francesa. La Policía detuvo a 32 personas y 21 de ellas permanecían hasta ayer arrestadas en dependencias policiales por las violencias, indicaron las fuentes.
Varios policías fueron alcanzados por pequeños proyectiles de pirotecnia y de petardos y uno resultó herido pero la Policía no tuvo ningún enfrentamiento con los alborotadores, en su mayoría grupos de jóvenes.
La quema de vehículos se ha convertido en una ?tradición? que suele acompañar todas las fiestas y celebraciones en Francia.
De acuerdo a la prefectura de Policía de París el número de incidentes de la víspera fue menor que el de años anteriores.
Ayer el presidente francés, Jacques Chirac, asistió a su último desfile militar del 14 de julio como jefe de Estado, fiesta nacional que este año rindió homenaje al servicio prestado por diversos cuerpos militares franceses.
Chirac, quien lleva 11 años en la máxima jefatura del poder en Francia, terminará su segundo mandato en el primer semestre de 2007, antes de la siguiente conmemoración francesa.
Según todos los analistas políticos locales, el presidente francés no volverá a presidir dicho desfile, que constituye cada año el principal evento del día nacional de Francia, aunque podría presentarse a un tercer mandato.
Consciente de estar viviendo la última ceremonia militar como presidente del simbólico 14 de julio, el líder político presidió con solemnidad la parada militar celebrada ayer por la mañana en la avenida de los Campos Elíseos de París.
Siguiendo el protocolo, Chirac fue acogido a los pies del Arco del Triunfo por el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Henri Bentégeat, con quien viajó en un vehículo militar descubierto para instalarse en el palco de honor de la Plaza de la Concordia.
Un total de tres mil 380 oficiales participaron en el desfile, en el que volvieron a circular los carros de combate Leclerc, que en 2003 provocaron una polémica al destrozar con sus cadenas el pavimento de la que los franceses llaman la ?avenida más bella del mundo?.