Blanca Pérez lava la ropa en su lavadora sobre la explanada de la Presidencia. El olor a detergente invade el lugar mientras en un recipiente de plástico azul enjuaga las prendas infantiles y las cuelga en un improvisado tendedero de plástico. Ella es esposa de José Cárdenas, uno de los taxistas de la línea Sol del Desierto que se encuentran en plantón permanente desde el martes, porque el Ayuntamiento no les autoriza nuevas concesiones para trabajar legalmente.