EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Hace unos meses, cuando se supo que Paulina Fox de la Concha se casaría con el ingeniero industrial Luis Aguilar Pizarro Suárez, el próximo 20 de mayo, muchos pensaron que la boda tendría lugar en la residencia oficial de Los Pinos, y que a ella acudirían cientos de invitados VIP.
En cambio, quienes conocen bien a la hija menor del presidente Vicente Fox y de Lilián de la Concha, y saben de su discreción, sencillez y apego a la familia y a sus raíces, estaban seguros de que no sería así.
Paulina tuvo muy claro, desde que comenzó a planear su boda, lo que quería. Por ejemplo, un vestido sencillo, de corte clásico, pero que la hiciera lucir espectacular en un día tan especial.
En cuanto a la ceremonia religiosa, ha elegido la Basílica de Nuestra Señora de la Luz, de su natal León, Guanajuato. Para la celebración, optó por un banquete que se servirá en la residencia de los hermanos Fox-De la Concha en dicha ciudad, a la que asistirán, en su mayoría, invitados pertenecientes al círculo familiar y de amigos más cercanos.
Si bien Paulina y Luis han preferido mantener en secreto los pormenores de su viaje de luna de miel, se sabe que a su regreso ella continuará con su trabajo en Grupo Bimbo, la empresa más grande de México en el ramo alimenticio, a la que se incorporó luego de concluir su carrera de relaciones internacionales en la Universidad Anáhuac.
Paulina Fox conoció al que pronto será su marido durante una cena, pero según ha declarado ella misma, en aquella ocasión, nada surgió entre ellos. Fue tiempo después, cuando Luis la invitó a salir, que se volvieron inseparables.
A principios de este año, el joven pidió a la hija del presidente Fox que lo acompañara a una cena de trabajo, y quedó de recogerla a la salida de misa, en la iglesia San José de la Montaña, en las Lomas.
Tan pronto como Paulina se subió a la camioneta de su novio, éste le colocó una venda en los ojos, puso en el tocacintas un CD con su canción predilecta y se enfiló hacia ¡el Castillo de Chapultepec!
Fue ahí, a la luz de la luna, donde le dio el anillo de compromiso y le propuso matrimonio. Acto seguido, Paulina ?hizo? un anillo con el alambre que sostenía el corcho de la botella de champaña con la que acababan de brindar, y lo puso en el dedo de su novio, repitiendo la misma pregunta que él acababa de hacerle: ?¿Quieres casarte conmigo??.
Para cerrar una noche tan especial para los dos, Luis Aguilar, en complicidad con Lilian de la Concha y Ana Cristina Fox, mamá y hermana de la novia, respectivamente, le tenía preparada otra sorpresa: una cena familiar, para festejar el compromiso.
Como toda novia en México, Paulina piensa seguir la tradición de llevar el día de su matrimonio ?algo azul, algo viejo, algo usado y algo prestado?. Además, le gustaría que ese día no llueva, aún cuando se dice que es de ?buena suerte?.