Familiares de secuestrados marchan en Cali pidiendo ?no cerrar las puertas? al intercambio humanitario.
AP
Bogotá, Colombia.- El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, corroboró ayer sábado que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dio la orden de atentar contra una instalación militar en esa capital.
Al mismo tiempo familiares de los políticos, militares y policías secuestrados por las FARC realizaron una marcha pacífica en Cali, la tercera ciudad del país, pidiendo al Gobierno no cerrar las puertas al intercambio humanitario, en represalia por el ataque que dejó una veintena de heridos.
?No nos cabe la menor duda que la bomba la puso las FARC en un acto de terrorismo. Ya tenemos pruebas suficientes?, precisó Santos durante una ceremonia de ascenso de oficiales del Ejército, en la misma base militar donde ocurrió la explosión. No dio más detalles.
Tras el atentando el Gobierno del presidente Álvaro Uribe cerró toda posibilidad de un acercamiento con las FARC para un eventual intercambio humanitario de los secuestrados por guerrilleros presos en cárceles colombianas.
Los familiares de los secuestrados por las FARC, incluidos los parientes de tres estadounidenses, ya albergaban la esperanza de ver de nuevo a sus seres queridos, algunos hasta con nueve años de cautiverio en lo profundo de la selva. Portando bolsas negras con un letrero que decía ?rescatado?, los familiares de los secuestrados simbolizaron así la forma como creen que serán entregados sus parientes por la fuerza oficial si se llega a dar el rescate militar.
A mediados de esta semana se tienen previstas varias marchas donde se protestará por las medidas anunciadas por el presidente, ya que en la práctica los rescates militares en zonas rurales con fuerte presencia rebelde han tenido poco éxito.
?Esa orden es una sentencia de muerte?, dijo Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, cuando conoció la reacción de Uribe ante el atentado.
Betancourt fue secuestrada junto a Clara Rojas con quien formaba equipo en la campaña electoral de 2002.
Colombia vive un cruento conflicto armado de cuatro décadas donde se enfrentan rebeldes izquierdistas, tropas oficiales y grupos paramilitares de extrema derecha.