Además de los talibanes fallecidos, alrededor de medio centenar resultaron heridos y cinco fueron capturados y están siendo interrogados.
Kabul, (EFE).- Al menos 16 civiles murieron y otros quince resultaron heridos en el ataque aéreo de la coalición encabezada por EU en el sur de Afganistán, en el que también perecieron unos 80 rebeldes talibanes.
Según los últimos datos de un comunicado emitido por el mando de la coalición, "la operación de esta mañana en la región de Kandahar tuvo como resultado la muerte, aún sin confirmar, de 80 talibanes".
Sin embargo, la nota de prensa no hace referencia a los 16 civiles que murieron en la misma operación, de acuerdo con los datos del portavoz del Gobierno provincial de Kandahar, Daoud Ahmadi.
"Hemos luchado directamente contra los extremistas que amenazan el futuro de Afganistán", dijo el coronel Paul Fitzpatrick, portavoz de las fuerzas de la coalición, quién añadió que "sabemos por los medios de comunicación que hay bajas civiles y nuestras fuerzas están recabando información sobre el terreno".
En declaraciones a EFE, Ahmadi afirmó que "la pasada noche, la coalición persiguió a los talibanes, que se refugiaron en una zona (de población) civil".
El ataque de las tropas de la coalición se inició en la noche del domingo y continuó esta madrugada en el pueblo de Azizi, en el distrito de Panjwayee de la provincia de Kandahar (sur).
"La ofensiva aérea de las fuerzas de la coalición, además de causar grandes bajas entre las fuerzas enemigas, lamentablemente provocó también bajas entre los civiles", dijo Ahmadi, al tiempo que apuntaba que, según sus informes, al menos 16 civiles, entre ellos, varios niños, resultaron muertos y otros 15 fueron heridos.
El comunicado difundido hoy por el mando militar estadounidense indica que los abatidos "eran miembros activos de la red talibán que han llevado a cabo ataques contra la coalición y fuerzas afganas además de contra civiles".
Además de los talibanes fallecidos, alrededor de medio centenar resultaron heridos y cinco fueron capturados y están siendo interrogados.
En los últimos días, casi 250 personas han fallecido en distintos enfrentamientos y ataques en el sur de Afganistán, entre ellas, soldados de la coalición, agentes afganos, civiles y rebeldes.
Ayer, un atentado suicida contra un convoy de la coalición en Kabul causó la muerte de dos civiles.
En otro ataque perpetrado este domingo contra un convoy del Ejército afgano en la provincia de Zabul, los militares abatieron a cuatro rebeldes.
El ministro afgano de Exteriores, Rangeen Dadfar Spanta, ha acusado al Gobierno paquistaní de coordinar ataques terroristas en Afganistán y ofrecer su territorio como refugio a los talibanes, tres días después de que el presidente afgano, Hamid Karzai, criticase abiertamente a los servicios secretos paquistaníes (ISI) por ayudar a aquellos en sus objetivos.
"Tenemos constancia de que hay injerencias en nuestro país" y que "el terrorismo viene desde el otro lado de la Línea Durand", que separa ambos países, dijo ayer Spanta.
"Sabemos que los terroristas están provistos de equipos de comunicación y que están en contacto con rebeldes en el otro lado de la frontera", agregó.
Estas acusaciones han sido rechazadas por el Gobierno paquistaní.