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BAGDAD, IRAK.- Líderes políticos de Irak iniciaron ayer una reunión de dos días para tratar de lograr la reconciliación nacional, en medio del pesimismo ante la persistente violencia, que pese al nuevo Gobierno se agudizó este año por la tensión religiosa.
Aunque no se esperan grandes avances en la cita, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para lograr diluir las diferencias entre los grupos étnicos y religiosos de esa nación, ministros del Gobierno, legisladores y líderes tribales y políticos concurrieron a la primera jornada de la reunión.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien tiene previsto reunirse hoy domingo con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Washington, hizo oficial la creación del nuevo Comité Supremo para la Reconciliación Nacional.
Afirmó que esta iniciativa es parte “del actual proceso político del país”, contemplado en el plan de reconciliación nacional, que lanzó hace unas semanas para restablecer el orden y la Ley en esa nación musulmana.
Subrayó la importancia del plan de reconciliación, pues dijo que ofrece una amnistía a todos aquellos iraquíes que depongan las armas y contempla la posibilidad de integrarlos a los servicios sociales o militares.
Al-Maliki dijo que el nuevo comité ya recibió señales positivas de algunos grupos armados que combaten contra las Fuerzas de Seguridad iraquíes y las tropas estadounidenses.
El objetivo de la estrategia, que deja fuera a los autores de atentados, secuestros y asesinatos, es desintegrar las milicias y unificar posturas entre los diferentes grupos de Irak, a fin de acabar la tensión religiosa y la violencia, indicó el mandatario.
Miembros del Parlamento presentes en la reunión se pronunciaron a favor del plan de Al Maliki, sin embargo, pugnaron por que se lleve a cabo sin la intervención de las tropas extranjeras, de acuerdo con reportes de prensa conocidosayer en esta capital.
El presidente y vocero del Parlamento, Mahmud Mashhadani, un conservador sunnita, consideró que el comité podría trabajar para persuadir a los grupos armados que se oponen al actual proceso político, a dejar las armas. En el mismo sentido se pronunció el presidente iraquí Jalal Talabani, líder kurdo, quien añadió que el comité podrá intentar convencer a los insurgentes de optar por la paz y persuadirles para ganar su apoyo.
