Un alto dirigente de Jezbolá dijo que su grupo no esperaba que Israel fuese a reaccionar con tanta fuerza ante la captura de dos de sus soldados.
EFE
Jerusalén/Beirut.- Israel reanudó hoy sus ataques contra Beirut y el sur del Líbano después de varias horas de calma, mientras la comunidad internacional se prepara para la Conferencia sobre el Líbano que se celebrará mañana, miércoles, en Roma.
Cinco grandes explosiones retumbaron a media tarde en Beirut después de más de 24 horas de calma, que coincidieron con el viaje a la zona de la secretaria de Estado de EU, Condoleezza Rice.
Los bombardeos continuaron a últimas horas de hoy en el sur del Líbano, donde nueve personas murieron en Nabatieh y una en la localidad de Rmeile.
Además, ocho combatientes shiies, de los grupos Amal y Jezbolá, también perdieron la vida en enfrentamientos con el Ejército de Israel, que trata de tomar el control de la ciudad de Bint Jebel sin conseguirlo hasta ahora.
El ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, anunció que el Ejército está erigiendo una "franja de seguridad" en el sur del Líbano y a lo largo de la frontera con Israel, que será controlado indefinidamente por las fuerzas israelíes si no son desplegadas tropas multinacionales.
Tras 14 días de incursión israelí, el ministro interino del Interior, Ahmad Fatfat, declaró que los bombardeos han causado hasta el momento 392 muertos y mil 383 heridos, cifras que no incluyen los al menos nueve muertos en la jornada de hoy.
Ante esta situación, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, viajó a Roma acompañado por seis de sus ministros para asistir a la Conferencia Internacional sobre el Líbano, en la que pedirá un alto al fuego y una solución global que permita liberar todo el territorio libanés de la presencia israelí.
A esta reunión acudirán representantes de la Unión Europea, Estados Unidos, Francia, España, Gran Bretaña, Alemania, Rusia, Arabia Saudí, Egipto, Canadá, Finlandia, Naciones Unidas y el Banco Mundial, con el objetivo de acercar posturas para una posible solución al conflicto.
Previo a esta cita, la secretaria de Estado de EU, Condoleezza Rice, insistió en la necesidad de alcanzar un alto al fuego permanente en la región que permita una paz estable y duradera, al concluir su visita a Israel y a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
En la misma línea, el presidente de EU, George W. Bush, afirmó que su país no presionará a Israel para un alto el fuego porque para que éste sea duradero antes hay que atajar "las raíces del conflicto".
Por su parte, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, advirtió de que las hostilidades entre Israel y el Líbano amenazan con una "tormenta en todo Medio Oriente", y abogó por que los problemas del Líbano se resuelvan de manera justa, al señalar que los intentos de hacerlo por la fuerza "sólo complicarán la situación".
Mientras, el Consejo de Seguridad debatió el futuro de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (UNIFIL), cuyo mandato termina a fines de julio, ante la posibilidad del despliegue de un operativo multinacional en ese país, la que países como Polonia, Alemania y Francia piden que la defina con precisión.
Previo al despliegue en el sur libanés de una fuerza internacional con "mandato de la ONU", el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se pronunció hoy por un alto el fuego "inmediato" y la búsqueda de un acuerdo político, que contó con el respaldo de la clase política francesa.
Dura respuesta
Un alto dirigente de Jezbolá dijo el martes que su grupo no esperaba que Israel fuese a reaccionar con tanta fuerza ante la captura de dos de sus soldados este mes.
Mahmoud Komati, subjefe del comando de Jezbolá, también manifestó en una entrevista con The Associated Press que su grupo no depondrá las armas.
Sus declaraciones, que son las primeras que hace un dirigente del grupo islamista, dejan entrever que calcularon mal las consecuencias cuando cruzaron la frontera para capturar a dos soldados el 12 de junio.
"La verdad es, permítame dejar esto bien claro, no nos esperábamos esta respuesta... que (Israel) fuese a aprovechar esta operación para librar esta gran guerra contra nosotros", destacó Komati.
Agregó que Jezbolá había esperado "la normal respuesta contenida" de Israel.