Los verdaderos daños que resienten los productores pecuarios son la disminución de peso del ganado vacuno.
REGIÓN NORTE, DGO.- Para los ganaderos del Norte es una vergüenza hablar de mortandad de ganado, pues eso habla de la incapacidad para trabajar. No se puede negar que hay fuertes pérdidas, pero el verdadero productor, más que lamentarse, debe encontrar soluciones, manifestó Rafael Arzola Carrasco.
El Presidente de la Unión Ganadera Regional del Norte de Durango (UGRN) agregó que la mortandad de animales se ha presentado en el estado; sin embargo, la tasa más alta que se maneja con relación al fenómeno de sequía que afecta al estado es del 2 por ciento.
Hay alrededor de un millón 100 mil cabezas de ganado en Durango; la mortandad no debe superar los 22 mil animales, que es una cifra muy elevada, misma que si fuera superada dejaría de manifiesto la incapacidad de los productores pecuarios.
Dar cifras exactas de bovinos muertos no es fácil; simplemente, nadie sabe cuántos han muerto y si realmente ha sido por falta de alimento o de forrajes. Sin embargo, hay quienes para beneficio personal o político tratan de manejar la situación ganadera como una catástrofe.
En situaciones complicadas como la actual, en que la sequía y el veto para la exportación han sido contrarios para la ganadería duranguense, los productores y autoridades agropecuarias del Estado y la Federación deben preocuparse en torno a cómo recuperar a los animales vivos, más que lamentar los decesos.
Comentó Arzola Carrasco que las verdaderas pérdidas se deben a que las vacas están flacas más que a la mortandad, ya que la res se vende por kilo, de tal manera que los bovinos que por lo general llegan a pesar hasta 450 kilos ahora pesan alrededor de 270.
Son alrededor de 180 kilos menos por cabeza de ganado en la actualidad, si se considera que las vacas maduras que pueden alcanzar el peso ideal son aproximadamente 800 mil en el estado y que en promedio el kilogramo en pie se vende en diez pesos; se está hablando de pérdidas hasta de mil 440 millones de pesos, solamente por la desnutrición de reses, si se toma en cuenta que el problema es general.
Empero, ?hay que tomar en cuenta que la crianza de ganado bovino no es igual a la de pollos o cerdos; es una actividad en la cual se tienen que invertir más recursos económicos y tiempo, pues los resultados se dan de un año y medio en adelante, después del proceso de desarrollo del animal, al igual que cuando se presentan los tiempos de sequía?, argumentó el Presidente de la UGRN.
Cuando hay falta de forrajes y agua, los ganaderos tienen que esforzarse para mantener a sus reses; la mayoría sabe que la mala temporada pasará y en cambio podrán recuperar lo perdido en cuanto los agostaderos y abrevaderos estén en plenitud, agregó.
Buscarán soluciones en conjunto
Rafael Arzola Carrasco, presidente de la Unión Ganadera Regional del Norte (UGRN), manifestó coincidió con Miguel Ángel Fragoso Mendoza en que el 100 por ciento de las vacas del estado han sufrido los estragos de la sequía.
En ese sentido se externó en favor de buscar soluciones en conjunto en vez de quejarse e inflar las cifras de mortandad, comentando que en esta temporada de parimientos hay decesos de vacas gordas y flacas mal atendidas.
De tal manera que no hay que atribuirle todo a la sequía, sino que hay que aprender a manejar las técnicas de suplementación y balanceo de alimentos para evitar la muerte de los animales, enfatizó.
Para la mayoría de los ganaderos de Ocampo, El Oro, Hidalgo, Indé, San Bernardo, Guanaceví, San Pedro, San Luis del Cordero, Tlahualilo, Mapimí y Gómez Palacio, municipios que conforman la UGRN, la pérdida de animales no es un orgullo; incluso, para ellos es mejor ocultarlo, por vergüenza.
Esto se debe a que para los ganaderos no significa cualquier cosa el deceso de un animal, sobre todo de registro, ya que para ellos esto es una muestra de incapacidad de su parte, concluyó Arzola Carrasco.
