Inicia la Procuraduría las investigaciones sobre el accidente donde falleció un carbonero.
El Siglo de Torreón
SABINAS, Coah.- La muerte de un trabajador y las lesiones en otros cuatro parecen no ser un asunto grave para la empresa Carbonífera San Patricio, quien consideró que los resultados del accidente ocurrido la mañana del lunes anterior no son motivo suficiente para cancelar las operaciones de la compañía.
Mientras familiares y amigos de Luis Miguel Esquivel Cerda, obrero que falleció en el accidente, velaban sus restos en una capilla del Mineral La Luz, del municipio de Progreso, la empresa hacía el intento por minimizar los hechos.
?No sé si vaya a seguir operando, nosotros consideramos que éste no es un accidente grande, habría que analizar qué fue lo que pasó, qué es lo más conveniente hacer, cómo manejarlo como empresa. Tendríamos que analizarlo y ver la conveniencia de que continuara operando la mina?, dijo René Carmona Alvarado, representante legal de la compañía que se localiza en Progreso, Coahuila, unos 350 kilómetros al norte de Saltillo.
Ayer trascendió que los 160 trabajadores de la empresa no se encuentran sindicalizados, y dependiendo las categorías, su sueldo va de los 840 a los 980 pesos semanales.
Los mineros no tienen ninguna prestación extraordinaria a la Ley, aunque Carmona Alvarado, presumió que ?les pagamos el séptimo día?, es decir, el correspondiente a la jornada de descanso obligatoria.
De acuerdo con el funcionario de la empresa, hace dos años fue la última vez que inspectores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, revisaron las condiciones de seguridad de la compañía que era operada por un particular: Rubén Trejo García.
Anticipó que ni la viuda del minero fallecido ni los cuatro trabajadores que resultaron con lesiones recibirán de la empresa apoyos económicos extraordinarios.
?En lo que se desarrolla la investigación vamos a pagarles su salario normal, pero en el caso de las indemnizaciones, pues serán las que establezca el IMSS?, anticipó.
Mientras tanto, la Procuraduría General de Justicia de Coahuila inició las investigaciones sobre el accidente donde perdió la vida el minero Luis Miguel Esquivel Cerda, quien tenía 22 años de edad.
Vidal Milán Veloz, José Cruz Ibarra, Reginaldo Trejo García y Albino Castillo Milán, son los trabajadores lesionados que fueron dados de alta por los médicos tras convalecer en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Palaú, Coahuila.
Como en su momento se informó, el accidente ocurrió el lunes por la mañana cuando se rompió la cuerda de acero que sostenía un vagón en el que los trabajadores trasladaban herramientas al interior de la mina.
El vehículo se precipitó hasta el fondo de la excavación, a 300 metros de profundidad. Los cuatro lesionados consiguieron saltar antes que el vagón tocara fondo, pero el occiso no tuvo oportunidad de hacer lo mismo, por lo que quedó atrapado debajo de la mole y también de varias toneladas de piedra y carbón que se derrumbaron a consecuencia del impacto.
El rescate del cadáver se consumó a las dos y media de la mañana de ayer martes, casi diecinueve horas después del accidente y las operaciones estuvieron a cargo de rescatistas de las empresas Minerales Monclova y de Pasta de Conchos, esta última donde tras una explosión ocurrida hace poco más de tres meses, los restos de 65 trabajadores permanecen atrapados bajo la tierra.
Poco después de las siete de la tarde, familiares, amigos, compañeros de trabajo y la viuda del obrero fallecido, se concentraron en el panteón San José, del Mineral de Aura -que se localiza a unos veinte kilómetros al oriente de donde ocurrieron los hechos- para sepultar sus restos.
Poco antes de que el ataúd color blanco fuera depositado en el pozo de dos metros de profundidad que los sepultureros habilitaron justo en medio del panteón, la madre del trabajador tomó en sus brazos al pequeño hijo de éste, de siete meses de edad y le dijo llorando: ?¡aquí está tu papá!, vamos a despedirnos de él mijito?.
