La Paz, (EFE).- El cardenal boliviano Julio Terrazas cuestionó las revelaciones del "Evangelio de Judas" dadas a conocer por la revista National Geographic porque, a su juicio, tratan de mostrarlo como si fuera un santo, informó una agencia local.
Judas "es el personaje, que algunos lo han sacado como si fuera un santo. Es el traidor a la causa de Cristo", afirmó Terrazas durante su homilía en la misa del Domingo de Ramos celebrada en la víspera en la ciudad de Santa Cruz, según la católica Agencia de Noticias Fides.
Terrazas recalcó en su sermón que Judas es quien "comió del mismo plato de Jesús, el que lo vendió por 30 monedas porque no conoció la misericordia del maestro y se ahorcó".
Según el llamado "Evangelio de Judas", un antiguo papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978, el discípulo no fue en realidad el traidor que vendió a Jesús, sino a quien el mismo Cristo le encargó sacrificarlo para ayudar a su esencia divina a liberarse del cuerpo.
"No podemos olvidar que otros hayan escrito estas cosas 300 ó 400 años después de la muerte de Jesús, lo que pasa a la literatura (...) a lo mejor de algún escritor que tiene mucha fantasía, pero eso no hace temblar nuestra fe, que no cambiará porque alguien en un momento oportuno pretenda debilitar la creencia de nuestro pueblo", dijo Terrazas.
El también arzobispo de Santa Cruz, ciudad situada en el oriente de Bolivia, pidió a sus feligreses tener mucho cuidado con "las manipulaciones" del Evangelio y les exhortó a ser discípulos de Cristo "a carta cabal".
"No necesitamos dejar de lado nuestros signos de salvación para llenarnos de otros que sólo nos llevan a los odios", afirmó el cardenal.
En la misma homilía, Terrazas también denunció que existen intentos para sacar la enseñanza de la religión cristiana de las escuelas del país.
Según el sacerdote boliviano Marcial Chupinagua, del mismo arzobispado cruceño, esta intención proviene de grupos feministas y de otro tipo que propugnan la implantación de la libertad de cultos en los centros de enseñanza, pese a que el Estado reconoce como oficial a la religión católica.