EFE
Londres- Al menos cuarenta pacientes británicos recibieron trasplantes de tejidos procedentes de cadáveres robados por una banda mafiosa en Estados Unidos, según el diario "Daily Mail".
Más de un millar de cadáveres fueron robados de funerarias norteamericanas por esa banda, que luego los vendía para su eventual utilización en ese tipo de operaciones quirúrgicas.
Según se ha sabido de fuente oficial británica, veinticinco hospitales del Reino Unido compraron tejidos de cadáveres que posiblemente procedía de esos robos.
Entre los cadáveres robados figuraba el del conocido periodista de la BBC Alistair Cooke, que murió el pasado diciembre de cáncer de pulmón con 95 años, señala el periódico.
La agencia del Gobierno encargada de regular la Medicina y la Sanidad británicas ha publicado la lista de los veinticinco hospitales de varias ciudades ingleses que podrían haberse visto afectados.
Según esa agencia, ochenta y dos tejidos óseos, utilizados en operaciones de cadera, fueron distribuidos a hospitales del Reino Unido por la empresa Plus Orthopaedics, con sede en Londres.
Un portavoz de la agencia declaró a la prensa que el riesgo de contraer alguna infección de los huesos de cadáveres robados era mínimo, pues habían sido esterilizados.
Grupos de activistas reclamaron, sin embargo, mayores controles para impedir la importación de tejidos de procedencia humana en este país.
El escándalo estalló en Estados Unidos el pasado octubre cuando se reveló que la empresa Biomedical Tissue Services, de Nueva Jersey, se había dedicado a comercializar huesos, ligamentos y piel extraídos al parecer ilegalmente de cadáveres.
Michael Mastromarino, director de esa compañía, que ha sido cerrada mientras tanto, está acusado en Estados Unidos de venta ilegal de tejidos de órganos para trasplantes.
