Agencias
Washington, EU.- Estados Unidos recordó ayer el primer aniversario del azote del huracán Katrina en el Golfo de México, con un reconocimiento oficial de la ineficiencia de los gobiernos federal, estatal y local en prevención y ayuda a afectados.
En un acto oficial de recordatorio, el presidente George W. Bush señaló que el huracán trajo ?escenas terribles? que nunca creyó ocurrirían en Estados Unidos, personas ahogadas, madres desesperadas y un ?rompimiento de la Ley y el orden?.
?Y un Gobierno que, en todos los niveles, se quedó corto en cumplir sus responsabilidades?, reconoció ante cientos de residentes reunidos en un gimnasio en la ciudad de Nueva Orleans, otrora uno de los mayores polos turísticos en la zona del Golfo.
A un año de la tragedia miles de personas aún viven en tráileres pese a que tres cuartas partes de residuos han sido removidas. Muchos comercios han reabierto sus puertas, pero la ciudad ha sido descrita como una sombra de sí misma.
Menos de la mitad de los residentes que salieron con motivo de Katrina ha regresado a la ciudad y los hospitales ?casi la mitad- se encuentran aún cerrados.
En el centro de las críticas ha estado la incapacidad del Gobierno Federal, a través de la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) de canalizar efectivamente alimentos, agua y medicinas a las miles de personas que no pudieron evacuar la ciudad.
Las imágenes de damnificados desatendidos, abrumadoramente de la raza negra, activaron en sus momentos acusaciones racistas. En una de las imágenes memorables, un anciano afroamericano fue filmado muerto en una silla de ruedas.
Katrina y sus secuelas dejaron más de mil 500 personas muertas y miles más heridas. Thad Allen, el entonces vicealmirante de la Guardia Costera que estuviera a cargo de las tareas de rescate y abastecimiento, observó ayer que en Nueva Orleans ocurrió una verdadera ?pérdida de la continuidad del Gobierno?.
Ascendido a almirante a raíz de su trabajo en el Golfo, Allen señaló que su primera línea de responsabilidad fue mover y hacer llegar los recursos a los más necesitados.
Bush conmemoró el azote de Katrina con una visita a Mississippi el lunes y la posterior escala a Nueva Orleans. Por la mañana participó en una misa póstuma en recordatorio de los cientos de muertos.
Durante su discurso en el gimnasio, el presidente aseguró a los residentes que su gobierno está encarando ?las cosas que salieron mal?.
Bush fue criticado en su momento por haber alabado en público al ex director de FEMA, Michael Brown, quien después renunció al cargo. En su mensaje, Bush anunció que el gobierno reembolsará los gastos de limpieza en los barrios más golpeados por Katrina y ofreció promover una ley para aumentar la proporción de regalías que Louisiana puede retener por la exploración petrolera en el Golfo.
Y en vísperas del posible azote de la tormenta tropical Ernesto al sur de la Florida, Bush sostuvo que el gobierno está mejor preparado para enfrentar la próxima tormenta.