EFE
PEKÍN, CHINA.- Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer. O al menos eso defiende la conservadora prensa china, que explica el éxito del ?oscarizado? director Ang Lee por el apoyo que ha recibido de su esposa en 28 años de relación.
Sin mencionar en ningún momento el origen taiwanés del matrimonio, el primer asiático en recibir un Oscar en la categoría a la mejor dirección por su filme Brokeback Mountain, conoció a su mujer, Jane Lin, nada más llegar a la Universidad de Illionis (EU) en 1978, la cual mantuvo a su marido en los primeros seis años de su matrimonio, revela el diario Shanghai Daily.
La pareja se casó en 1983 y, después de su graduación al año siguiente como productor de cine en la Universidad de Nueva York, Ang Lee se quedó sin trabajo y tuvo que dedicarse a las labores domésticas mientras su mujer trabajaba como microbióloga.
Fue el año en el que nació su primer hijo, Han Lee, y el futuro director y genio en ciernes se dedicaba a preparar papillas.
?Jane no pensó ni por un momento en abandonarlo, como muchas chicas jóvenes que flirtean con los directores ricos y luego los abandonan cuando éstos tienen una mala racha?, explica el rotativo.
A pesar de la desesperada situación, Jane confió en su marido, convencida de que había nacido para ser un genio, y lo mantuvo con su precario salario de investigadora de dietas para aterosclerosis.
?No lo mantuve, sólo lo dejé solo en casa?, matiza humilde Jane en una entrevista. Y prosigue explicando el secreto de un matrimonio tan estable: ?Si quieres a tu marido, déjalo solo. Y si crees que eres atractiva, no se lo digas?.
El consejo ensalza la discreción y sacrificio que caracterizan el ideal conyugal chino, aunque la agencia china Xinhua destacaba la independencia de Jane con esta anécdota: ?Dio a luz al primer hijo del matrimonio sola y sin tan siquiera avisar a Ang Lee?.
El segundo hijo de la pareja, Mason Lee, nació el mismo año que el director filmó la película con la que inició su buena racha.
Incluso cuando el cineasta llamó a Jane desde Berlín (Alemania) en 1993 para decirle que había ganado el Oso de Oro por El Banquete de Bodas (1990), ésta le espetó con enfado que no la despertara por algo tan trivial.
?Ama a tu marido, pero no lo consientas. Entonces serás una gran esposa?, continúa Jane con su recetario para un buen matrimonio.
Explica el artículo la fama de honrado del director: ?Ang Lee es un buen hombre, por eso es un buen artista. Nunca flirtea con mujeres, ni fanfarronea sobre sus películas sin pudor como otros directores chinos?.
El prestigio de Lee en el sector cinematográfico chino y taiwanés, donde las relaciones íntimas son moneda de cambio, es impoluto.
?Es un marido modélico. No flirtea con nadie y cuando acaba de rodar se encierra a visionar y luego regresa a casa?, declaró una productora cinematográfica china.
El artículo del Shanghai Daily contiene una somera referencia al contenido homosexual de la película con la que Ang Lee se ha convertido en el primer director asiático que ha hecho historia al recibir la estatuilla al mejor director.
?El éxito de Brokeback Mountain, diría, no es por la sensibilidad gay de un romance entre cowboys. Es fundamentalmente por las verdaderas pasiones del ser humano?, prosigue el artículo.
El origen taiwanés del director, que siempre se ha mostrado conciliador en la disputa entre Pekín y Taipei y que tuvo palabras de agradecimiento al recoger el Oscar para ?China y Taiwán? fue ocultado por la prensa oficial china al reaccionar al premio, 24 horas después, al igual que el contenido gay de la película.
Después de impedir a los medios que hablaran libremente de Ang Lee, Pekín se apropió de la nacionalidad del taiwanés, cuyos abuelos fueron ejecutados durante la Revolución Comunista por ser terratenientes y cuyos padres huyeron en 1949 a Taiwán junto con el resto de los nacionalistas del perdedor partido del Kuomintang.
