Familias afectadas por el incendio levantan de nuevo la colonia Rinconada Zaragoza Sur.
EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Una vez recuperados del calvario que vivieron el viernes pasado al observar como sus jacales y sus pocas pertenencias eran consumidos por el fuego, los habitantes de la Rinconada Zaragoza Sur despertaron con nuevos bríos y una vez renovados sus ánimos dieron inicio con la reconstrucción de sus hogares.
Sin esperar el apoyo de las autoridades municipales, las 150 familias que quedaron sin sus viviendas de cartón y madera, ayer emprendieron la diligencia de reconstruirlas, apoyados por amigos y conocidos quienes les han regalado material para hacerlo, trabajando en conjunto para levantarse nuevamente.
Desde temprana hora, Rolando Cancino Contreras colabora con sus hermanos y vecinos con el acarreo de tarimas de madera que les han regalado algunos compañeros, lo anterior luego de abandonar las instalaciones del albergue instalado en el Gimnasio Municipal Las Alamedas para las 350 personas que resultaron damnificadas.
?Salimos a echarle ganas, a levantarse de nuevo?, comentó Cancino Contreras al cuestionarlo sobre los motivos de abandonar el albergue y no esperara hasta el día de hoy, agregando que prefieren trabajar en la reconstrucción de los jacales que estar esperando.
Rosaura Mendoza Huerta, otra de las personas que perdieron su casa, que compartía con su hijo, su hija, su yerno y sus tres nietos, manifestó: ?ya está una desesperada por tener un jacalito para meternos?. Lo anterior debido a que alcanzó a salvar dos colchones, los cuales utiliza para dormir en el exterior de los jacales que no fueron afectados por el incendio.
Mendoza Huerta destacó que hasta ayer, las autoridades municipales no les han hecho llegar material para levantar los jacales, pues se atravesó el fin de semana, por lo que espera que dichos elementos lleguen durante esta semana. Dicha mujer señaló que si la ciudadanía desea apoyarlos, dichas aportaciones las realicen de manera directa a los afectados y no a través de líderes.
El ánimo y las ganas de salir adelante se observaron durante el Domingo de Resurrección, pues varios grupos de vecinos laboraban en los trazos de la ubicación de los jacales, mientras que otros continuaban acarreando con la madera y otros ya levantaban las estructuras de lo que será nuevamente sus hogares.
Un total de cuatro maquinas pesadas realizaban algunos trabajos de aplanado y emparejamiento del terreno afectado, dos de ellas que fueron aportadas por el Gobierno del Estado y los dos restantes por Antonio Contreras Ulloa, un contratista particular, según informó Gustavo Rodríguez Argumedo, regidor por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El servidor público estableció que a partir de esta semana, a través del partido que representa, se hará llegar madera y cartón a los afectados para que realicen los trabajos de reconstrucción de sus jacales.
Ayuda coordinada
El Municipio brinda alimentación a las familias que perdieron su hogar por el incendio registrado el viernes en la tarde en la colonia Rinconada Zaragoza Sur, el cual arrasó con más de 120 jacales. A partir de ayer, almuerzo, comida y cena, son preparados por elementos del Ejército Mexicano y se les sirven a niños y adultos mediante raciones controladas.
Fernando Reza Escobedo, dicetor de Desarrollo Humano, señala que lo más urgente es apoyar con alimentos básicos a la gente en desgracia, sobre todo ancianos y niños. En esta segunda fase de ayuda a los afectados, trabajan de manera coordinada el Municipio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Protección Civil y la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado.
El sitio de reunión y control de la ayuda es el Centro Comunitario de la Colonia. Conforme a una lista de 74 personas que ya se anotó, se les hizo entrega de una despensa por familia, una cobija por cada miembro y en los casos de mujeres embarazadas o donde haya niños, se les brinda ayuda con leche en polvo. La atención médica es permanente y hay vigilancia constante por elementos de Seguridad Pública.
Para Reza Escobedo, todo parece indicar que ni una sola de las 350 personas que vivía en los jacales quemados, pretende dejar su terreno. Esa información la arroja el censo que comenzó desde el sábado y destaca que al contrario, la gente se puso a trabajar con gran tenacidad.
