MÉXICO, D.F., (EL UNIVERSAL-AEE).- Investigadores mexicanos que trabajan en el proyecto científico internacional ALICE (A Large Ion Collider Experiment), probaron con éxito en Suiza un detector de rayos cósmicos construido en México, cuyo fin es recrear el origen del Universo.
Este equipamiento, desarrollado e instalado por especialistas de diversas instituciones del país, es uno de los dos con los que participará México en este proyecto científico mundial que reúne a un centenar de centros de investigación de 28 naciones.
De acuerdo con los especialistas mexicanos, este equipo junto con los otros 15 con que dispondrá el proyecto ALICE, servirá para explorar el estado primordial de la materia, que existió en los primeros instantes de vida del Universo.
Durante una conferencia de prensa, investigadores de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma de Puebla (UAP), así como del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), aseguraron que con este tipo de participaciones se demuestra que la ciencia básica realizada en el país está a la altura de las mejores del mundo.
Y es que los expertos mexicanos coincidieron en que este es uno de los proyectos de ciencia más importantes del mundo, comparable en participación y alcances con el de la Estación Espacial Internacional.
Explicaron que son 30 investigadores mexicanos los que colaboran desde hace cinco años en este proyecto científico, cuya sede está en Ginebra, Suiza, en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares y donde participan mil 100 expertos.
Gerardo Herrera Corral, jefe del Departamento de Física del Cinvestav, detalló que el objetivo del proyecto ALICE es construir un acelerador de partículas de altas energías, con el propósito de colisionar núcleos de átomos a gran velocidad, para liberar quarks y gluones, partículas que dieron origen al Universo.
Este proyecto podría aclarar interrogantes como de qué está hecho el Universo, cuándo y cómo se formó, o qué es la materia, entre otras.
Aunque los alcances de este proyecto en cuanto a la generación de conocimientos y las aplicaciones del mismo aún se desconocen, Herrera Corral aclaró que el mayor conocimiento de la naturaleza, por lo general trae aplicaciones prácticas en el futuro como ocurrió hace 150 años con la mecánica cuántica que ahora es pilar en la tecnología de celulares y computadoras.
Sin embargo, aclaró que a partir de este megaproyecto ya se empiezan a vislumbrar desde ahora las primeras posibles aplicaciones de ese nuevo conocimiento, como es el desarrollo de detectores de silicio para localizar más oportunamente padecimientos como el cáncer de mama.