El organismo atiende a 150 mil personas en 66 campamentos en Timor Oriental.
EFE
SYDNEY, AUSTRALIA.- La ONU alertó ayer que se ha visto obligada a reducir el reparto de alimentos a las cerca de 150 mil personas acogidas en centros de refugiados de Dili debido al retraso de los fondos prometidos por los países donantes.
Según informa la radio australiana ?ABC?, el racionamiento se hizo efectivo el viernes en los 66 campos de refugiados de la capital de Timor Oriental.
Fuentes del Programa Mundial de Alimentos anunciaron que la agencia de la ONU sólo ha recibido 2.2 millones de dólares de los 5.2 millones solicitados a los países donantes en concepto de ayuda de emergencia.
La agencia señaló que dispone de suficiente arroz para cubrir la demanda, pero que la nutrición básica de los refugiados corre peligro, en especial la de los menores y los niños nacidos en los campos desde finales de abril, cuando se originó la crisis política y humanitaria timorense.
La crisis ha provocado un aumento del 60 por ciento del precio del arroz, el cierre de la mayoría de los mercados de Dili y el corte de la cadena alimenticia entre la capital y el interior del país.
Los refugiados, en su mayoría establecidos en las misiones y centros que la Iglesia Católica dispone en Dili, no se atreven a regresar a sus casas ante el temor a que se repita la ola de violencia que entre abril y mayo causó la muerte de unas 30 personas y la quema de centenares de viviendas.
La violencia tuvo su origen en la expulsión del Ejército de 600 soldados que exigían el fin de la discriminación étnica, a lo que siguió el enfrentamiento entre los grupos originarios de la región occidental (loromono) y de la oriental (lorosae).
Esa situación ha costado el cargo al primer ministro, Mari Alkatiri, que presentó la dimisión esta semana.
Desde entonces, el presidente, Xanana Gusmao, trabaja por la formación de un gobierno provisional que aún no ha sido constituido.