El Siglo de Durango
El Colegio de Notarios Públicos de Durango estima que de la población en la entidad, sólo el 1 por ciento cuenta con su respectivo testamento. En algunas de estas oficinas, al mes, es posible que atiendan dos o tres casos de la elaboración de dicho documento, lo cual refleja el poco interés que hay por poseerlo.
Carecer de este documento, al momento del deceso y la repartición de los bienes, implica largos pleitos jurídicos e, incluso, el rompimiento de las familias. Ésa es la advertencia emitida por el gremio.
Pero durante septiembre, a raíz de un convenio entre la Secretaría de Gobernación y la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, desde hace cuatro años se emprende una campaña mediante la cual el precio del testamento se reduce en un 50 por ciento.
Manuel Ángel Ortega Astorga, presidente del Colegio de Notarios en Durango, explica que aunque con el paso del tiempo se ha aumentado la participación, la realidad es que aún falta mucho por hacer respecto a la cultura de prever la repartición de bienes para cuando la muerte llegue.
El fedatario comenta que al momento de que una persona fallece sin contar con su testamento, es común que se emprendan largos litigios que pueden, incluso, romper los lazos fraternales de los herederos.
Además del efecto social dañino, también se presenta una situación económica compleja. Los bienes inmuebles no pueden ser objeto de venta y sin un título de propiedad su uso para otros fines se detiene.
Los juicios intestamentarios, pues, son el marco para una verdadera batalla por quedarse con el capital de modo que es importante que la gente tome conciencia de esta situación y opte por contar con un testamento. ?Es importante que entiendan el beneficio?, esclarece.
Aunque antaño se requería de testigos para redactar el testamento, en la actualidad esto ya no es necesario, pues estas personas también representaban un problema al no poder guardar en secreto el deseo de la persona en cuanto a la distribución de sus posesiones.
Ahora, el trámite es mucho más sencillo y quien lo dicta puede cambiarlo todas las veces que quiera, ya que es entendible que conforme pasen los años las circunstancias cambien.
Hacer un testamento no es exclusivo de la gente adulta mayor, a partir de los 18 años -si se tienen posesiones-, se puede efectuar. El precio del documento es variable ya que se toma en cuenta la complejidad del mismo. Las personas deben llevar los debidos comprobantes de la legitimidad de sus posesiones, tales como escrituras, pues es una forma de asegurar que es el dueño y, por lo tanto, puede cederlo a quien así desee.
Ortega Astorga manifiesta que es común que las personas se hereden casas de manera generacional pero sólo es de palabra, de modo que si en alguna ocasión quieren venderlo se enfrentan a que en realidad no les pertenece y es cuando comienza el dilema del juicio.
Oportunidad
Septiembre, mes del testamento, es el tiempo para poner las cosas en regla y conlleva muchos beneficios.
-La voluntad de la persona será cumplida al pie de la letra una vez que haya muerto.
-Se evitan peleas familiares por las posesiones.
-La persona puede decidir libremente a quien le deja su herencia.
-Hay la libertad de modificar el documento cuantas veces se desee.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.