Brindan en San Antonio, Texas, apoyo a familiares de ilegales deportados tras redadas en fábricas.
AP
WASHINGTON, EU.- El Senado estadounidense aprobó ayer miércoles reducir el dinero destinado a la guerra en Irak y usarlo para aumentar la seguridad en la frontera a fin de impedir la entrada de inmigrantes ilegales.
La medida, aprobada por 59 votos a favor y 39 en contra, estipula una reducción de mil 300 millones de dólares en la partida que el presidente George W. Bush había pedido para financiar la guerra en Irak.
El dinero en cambio irá a financiar agentes de Patrulla Fronteriza, y aeronaves y bardas para la zona fronteriza, además de la adquisición de lanchas y helicópteros para la Guardia Costera.
Por otro lado, el Gobierno de la ciudad de San Antonio ofrecerá ayuda a las familias de los trabajadores indocumentados detenidos en la redada realizada la semana pasada en este lugar y otras partes del país, informaron ayer fuentes oficiales.
El alcalde de San Antonio, Phil Hardberger, dijo que se buscará ayudar a estas familias, luego de reunirse la víspera con algunos de los parientes de los inmigrantes detenidos y deportados, y con dirigentes de grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes.
El pasado 19 de abril, agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (EU), detuvieron a más de mil indocumentados en un operativo realizado en más de 40 sitios de trabajo de la compañía IFCO Systems en 24 entidades del país.
En San Antonio fueron detenidos 27 inmigrantes, algunos de ellos casados con mujeres que son residentes legales y con hijos nacidos en ese país.
?En estos momentos algunas de estas personas sufren y atraviesan por muy malas circunstancias?, dijo Hardberger al conocer de su situación y aclaró que su promesa de ayuda no lo hace asumir una posición en el debate nacional sobre inmigración.
RECLAMAN ACTITUD DE ALCALDE
Por su parte, Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, organismo en Washington que busca reducir la inmigración a Estados Unidos, dijo que el ofrecer ayuda a familias de los trabajadores deportados sería boicotear la aplicación de las leyes de inmigración.
El alcalde ?claramente se esta involucrando en las políticas de inmigración?, aseguró. ?El afirmar que la ciudad puede ser neutral en asuntos de inmigración es falso, porque cada cosa que hace la ciudad o el estado en este sentido, es una política de inmigración?, dijo Krikorian.
Algunos de los inmigrantes que se reunieron con el alcalde indicaron que buscan regalías o donaciones de la ciudad, pero que se quedaron en una situación desesperada a causa de las redadas, con sus padres e hijos deportados.
Recula Villaraigosa en boicot
El alcalde Antonio Villaraigosa y el cardenal Roger Mahony pidieron ayer a los padres de familia que envíen a sus hijos a la escuela este primero de mayo, día del boicot comercial organizado contra la economía estadounidense.
Ambos firmaron y difundieron un documento dirigido a los padres de familia angelinos para urgirles a que sus hijos permanezcan en la escuela ese día. Al llamado se sumó también el superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Roy Romer.
El llamado muestra un giro respecto a posiciones originales, en especial de Villaraigosa, quien como nieto de inmigrantes mexicanos arengó el pasado 25 de marzo a casi un millón de manifestantes en el centro de Los Ángeles para exigir una reforma migratoria.
Otro viraje fue el del cardenal Mahony, quien hace unas semanas dio instrucciones a las iglesias católicas del arzobispado local a no acatar las disposiciones si fuera aprobada la Ley Sensenbrenner, pues criminaliza a los indocumentados y a quienes los pudieran asistir.
?Nos hemos unido para compartir un mensaje importante con los padres respecto a las actividades locales que se llevarán a cabo el lunes como parte del debate nacional sobre inmigración?, apuntó el documento avalado por Villaraigosa y Romer.