EL UNIVERSAL-AEE
MOSCÚ, RUSIA.- El suministro de gas a Europa comenzó ayer a regularizarse después que el vicepresidente de la compañía estatal rusa Gazprom, Alexander Medvedev, garantizó el flujo normal del combustible a pesar de la persistencia de la crisis con Ucrania.
Medvedev, afirmó que la empresa facilitaría un suministro adicional de 95 millones de metros cúbicos de gas diarios para garantizar a partir de ayer el cumplimiento de los contratos con Europa y ?evitar una crisis energética?.
La crisis se inició el primer día de este año cuando el Gobierno de Vladimir Putin cortó el suministro de gas a Ucrania después del fracaso de las negociaciones sobre el precio del hidrocarburo, que Gazprom quiere elevar de 50 dólares a 230 dólares.
El vicepresidente de la empresa rusa acusó a Ucrania de haber robado unos 120 millones de metros cúbicos de gas destinado a Europa, la misma cantidad que Rusia cortó el domingo a ese país. Medvedev dijo que Gazprom buscará ?compensar los desvíos no autorizados?.
La compañía ucraniana Naftogaz fue avisada por Gazprom de los suministros adicionales y le exigió que deje de robar el gas destinado a Europa y que regrese a las negociaciones sobre el nuevo precio del combustible planteado por Rusia, señaló. Por su parte, Ucrania acusó a Rusia de cortar de forma intencional el suministro de gas a Europa para acusar a Kiev de la escasez en Europa.
Los ucranianos dijeron que Moscú no sólo restringió el suministro de los dos gasoductos que suministran el fluido a Ucrania, sino que también redujo el paso de gas en las tres líneas de alimentación que se dirigen a varios países europeos.
Alemania, Austria, Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, Francia, Hungría, Italia, Polonia, son las naciones afectadas por la reducción del suministro de gas ruso que transita por suelo ucraniano.
A última hora del lunes, autoridades de Austria y Hungría, las naciones más afectadas, informaron que el suministro de gas volvió a los niveles normales.
El gas proveniente de Rusia representa 60 por ciento del consumo total de Austria, en tanto las reservas de Hungría dependen 70 por ciento del combustible proveniente de territorio ruso.
Por su parte, el Gobierno de Moldavia denunció la víspera que Rusia cortó el suministro del combustible después de que no se llegara a un acuerdo sobre el nuevo precio reclamado por Moscú, el cual dobla el actual.
Moldavia, uno de las ex repúblicas soviéticas más pobres, había admitido la necesidad de aumentar el precio y propuso un alza discreta y gradual al valor del gas para no afectar su economía. Esta propuesta fue rechazada por Rusia.
El presidente moldavo, Vladimir Voronin, consideró excesivo el aumento de precio de 80 a 160 dólares propuesto por Moscú. ?Eso no es un precio de mercado, es arbitrario e inaceptable?, afirmó.
Al igual que su homólogo ucraniano Víktor Yushchenko, Voronin dijo que estar convencido que la medida tomada por Rusia tiene la intención de influir en la política de las otroras ex repúblicas soviéticas por medio de ?presiones y chantaje?.
Por otra parte, Yushchenko anunció el lunes la creación de un ?eje energético? con Moldavia, país al que piensa ayudar enviando gas de sus reservas, pese a la difícil situación que atraviesa Ucrania.
La medida de Rusia de subir este año el precio del gas a Estonia, Georgia, Lituania, Letonia, Moldavia y Ucrania parece tener tintes políticos, pues a Bielorrusia, su principal aliado dentro de las ex repúblicas soviéticas, le mantuvo el precio en 46.68 dólares.