La señora Cobos Valencia agradece a su hermano José, quien le donó un riñón en el año 2001
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- ?Ya no sufras más, yo seré tú donador?, fueron las palabras que cambiaron la vida de María del Rosario Cobos Valencia cuando las escuchó de parte de su hermano José, quien de esta manera le demostró lo mucho que la quiere.
Con el corazón lleno de alegría, hoy celebra un aniversario más del día en que le fue injertado un riñón de su hermano. Son cinco años ya y a través de su experiencia, desea brindar un homenaje público a quien le brindó una esperanza de vida.
En el rostro de María del Rosario, de profesión maestra y con pleno amor a la vida, se refleja la alegría que siente por estar bien y por llegar a un año más en el que puede contar su historia.
Expone que fue en el año de 1999 cuando una nube gris empañó sus días y la de sus seres queridos. La enfermedad se hizo presente y desde ese momento, la lucha empezó, pues había que romper todo tipo de obstáculo.
En un tiempo en que las fuerzas tendían a debilitarse, María del Rosario, de 54 años, encontró que la fe y la esperanza, son las virtudes que deben retenerse para salir triunfante en la prueba. Dios pensó en ella y con entereza tenía que demostrarle que confiaba en que él la sacaría adelante.
Relata que fue en el año arriba referido cuando le diagnosticaron insuficiencia renal. El mundo se le vino encima porque sabía que para seguir con vida necesitaba un trasplante de riñón.
María del Rosario manifiesta que surgieron todo tipo de experiencias en aquel momento. Había veces en que el desánimo ganaba y como todo ser humano que pasa por una situación difícil, la pregunta obligada surgía constantemente: ?¿por qué a mí??.
Tenía muchas opciones, pero escogió la mejor y la más sabia, orar y confiar en que Dios pondría en su camino al ángel que necesitaba para ofrecerle una oportunidad de vida: Su hermano fue el ser quien sin dudarlo le dijo un día, ?Ya no sufras más, yo seré tú donador?.
En el tema de la donación de órganos se está avanzando; sin embargo, el amor es el que da el valor para hacerlo. No cualquiera arriesga la vida por otros, mucho menos cuando hay muchas personas que dependen de ese alguien.
En el caso de su hermano José, quien se desempeña como intendente en una escuela primaria y tiene cinco de familia, su capacidad de dar quedó manifiesta. A pesar de todo y de todos, él decidió ser el donador de María del Rosario.
El que su hermano con valentía y amor optara por donarle uno de sus riñones a los pocos meses de diagnosticada su enfermedad, fue la razón por la que muy pocas veces se sometiera a los procesos de diálisis porque sus riñones ya no cumplían su función.
Gracias al amor de Dios, de su familia y de su hermano José, fue como encontró una esperanza de vida: ?Él por pleno consentimiento de hermandad, no dudó en someterse a la operación que deberían practicarle y que tuvo lugar el 16 de enero de 2001 donde el profesionalismo para este tipo de casos lo demostró el doctor Federico Juárez de la Cruz?.
Durante los pocos meses de su vida enferma, se llevó el protocolo para la intervención quirúrgica, la cual se realizó en el Hospital número 71 de especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Destaca el valor y la entereza manifiesta de su hermano José, quien expuso su vida dos veces, pues en la fase inicial como donante se tuvo que someter a una arteriografía donde además de la operación, su vida estuvo en peligro.
Con plena satisfacción María del Rosario revela: ?El tiempo en que estuve enferma nunca sentí miedo, pues siempre estuve rodeada del cariño de toda mí familia y amistades y porque siempre he sentido que Dios manda ángeles a la tierra para cuidarnos y él, mí hermano, ha sido uno de ellos?.
Dice que se siente enormemente privilegiada por Dios, pues la situación tan difícil por la que pasó tuvo que ser necesaria para conocer el amor más puro y desinteresado que puede ofrecer un hermano por ti.
Rosario lamenta que la donación de órganos en México está en proceso de aceptación, así como las limitantes que existen para la donación en vida, por eso considera que es de suma importancia incentivar esta noble causa.
?Esto sólo se paga con la vida misma y por eso que estas palabras sean un sencillo homenaje a todos aquellos donadores que regalan parte de su vida y en especial a José, por ser tan valiente?, expone para luego decir que su hermano es un héroe a quien nunca le alcanzará la vida para agradecerle lo que hizo por ella.
Dar o recibir
?Me gusta lo que dice Lady Peniche, una de las especialistas, en el sentido de que lo importante no es si te toca dar o recibir, lo que sobresale es que sabes que no estás solo y que juntos todos, amamos la vida, pues donar tus órganos te une a la vida?.
MARÍA DEL ROSARIO COBOS VALENCIA, TRANSPLANTADA
