EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- A casi siete meses de su fallecimiento, el pintor y escultor Juan Soriano (1920-2006) está más presente que nunca en la memoria de quienes admiran su obra artística. Esto lo demuestra el creciente interés de diversas instituciones culturales -públicas y privadas- por organizar exposiciones que muestren el trabajo de este excepcional artista mexicano. Además, su compañero Marek Keller ya inició los trabajos para fundar un museo con su nombre en Polonia.
En lo que resta de este año están en puerta exhibiciones de Juan Soriano en las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Zacatenco; en una zona hotelera de Puerto Vallarta; en el Museo Soumaya de la Ciudad de México; en el Espacio México, del Consulado General de México en Montreal, Canadá; y en el Museo Reina Sofía de España.
Además, para 2007 ya está programada una muestra en el Museo de Arte de Filadelfia y otra más en el Meadows Museum, en Dallas, en donde las esculturas de Soriano inaugurarán un espacio al aire libre, renovado por el arquitecto español Santiago Calatrava.
?Sí se incrementó el interés de muchas instituciones por hacer exposiciones de la obra de Juan. En el mercado aún no sé cómo se refleje ese interés, ya lo veré en las próximas subastas de arte, pero tengo proposiciones de gente que quiere comprarme cuadros, que me dicen que yo ponga el precio que quiera, pero no quiero venderlos, son míos, los quiero y me da mucho más gusto prestarlos y hacer exposiciones?, expresa Marek Keller, quien continúa con los trabajos de la Fundación Soriano-Keller.
Marek, quien es de origen polaco, informó que ya iniciaron los trabajos para fundar el Museo Juan Soriano, que estará ubicado en medio de una región boscosa, a 15 minutos de la ciudad de Varsovia. Ahí, a lo largo de siete hectáreas que albergan un lago y cientos de árboles, colocará varias de las esculturas que él fue comprando a través del tiempo.
?Se trata de algunas esculturas monumentales, pero las que no pueda meter en un contenedor las llevaré pequeñas y en Polonia las harán grandes. Aunque todavía no sé cuánto tardará, este museo es un hecho. Juan iba mucho a Polonia conmigo, tuvo exposiciones importantes allá y tiene la condecoración Orden al Mérito que otorga ese país, entonces estoy seguro de que va a funcionar y por eso lo estoy haciendo?.
Durante la exposición escultórica que se abrirá en las instalaciones del IPN, en Zacatenco, también serán develadas dos piezas monumentales que esa institución adquirió antes de la muerte de Soriano: una es Pájaro Uno, escultura en bronce de diez metros de altura, y la otra es Pájaro Tres, de cuatro metros de altura. Ambas piezas ya están colocadas muy cerca del Planetario Luis Enrique Erro.
Para festejar la Independencia de México, La Paloma, una de las últimas esculturas que realizó Soriano, formará parte de una fiesta mexicana que se llevará a cabo en una zona hotelera de Puerto Vallarta. En tanto que el 12 de octubre, en el salón de exposiciones del Consulado General de México en Montreal, Canadá, se abrirá una muestra de obras sobre papel y tapices de gran formato que el creador realizó en diferentes épocas.
Para noviembre, el Museo Soumaya prepara una exposición-homenaje al llamado ?Niño de mil años?, en la que se mostrarán todas las técnicas que trabajó a lo largo de su carrera artística. En este espacio ubicado en el sur de la Ciudad de México, se exhibirán algunas piezas nunca antes expuestas e incluso tres cuadros inconclusos, entre ellos, un retrato a Rufino Tamayo, que nunca pudo terminar de pintar Soriano porque no quedaba conforme.
En esta exposición también se incluirán cinco proyectos de los tapices de gran formato que Soriano realizó especialmente para la iglesia de San Benito, que se encuentra en la ciudad de París, en donde también diseñó los vitrales.
En noviembre, los pájaros de Juan Soriano volarán hasta Madrid (aunque uno de ellos es tan grande que tendrá que viajar en barco), para la exposición Las Aves de Paso, que se mostrará en el Museo Reina Sofía, con piezas provenientes de colecciones privadas de Europa y México, así como una pintura del Museo de Arte Moderno (El Vuelo de la Lechuza) y otra de la colección de la Residencia Oficial de Los Pinos (Los Pájaros Azules).
