AP
Washington, EU.- El Departamento de Seguridad Interior (DSI) dijo ayer que el emplazamiento de seis mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con México en la campaña antiinmigrantes ilegales apenas ha pasado de la mitad cuando debió haberse completado el mes pasado.
Kevin Stevens, director asociado de la oficina de Patrulla Fronteriza de ese departamento, dijo que hasta el martes 18 de julio había más de tres mil 800 militares en servicio en la frontera de cuatro estados del sector suroeste de Estados Unidos.
?Esos efectivos están haciendo la diferencia?, declaró en una audiencia ante el Subcomité de Seguridad Económica, protección de infraestructura y seguridad cibernética de la Cámara de Representantes.
Aunque no mencionó los motivos, se ha informado en el pasado que los trámites burocráticos, especialmente de costos, entre el gobierno federal y de los estados involucrados eran la razón principal de la demora.
Stevens indicó que en semanas recientes esos efectivos, que tendrán tareas solamente de complementación de los patrulleros de frontera, han contribuido al arresto de mil 200 extranjeros y la captura de 5.5 toneladas de marihuana.
El emplazamiento militar fue anunciado por el presidente George W. Bush en abril como una medida temporal hasta la contratación de nuevos agentes. Bush dijo que se permitiría así una mayor efectividad en el control del cruce de indocumentados por la frontera sur y dio seguridades al gobierno mexicano de que no se trataba de una militarización.
La audiencia fue convocada por el congresista Mark Souder, presidente del comité, a fin de recibir opiniones sobre ?las opciones de construcción y emplazamiento estratégico? de vallas en la frontera.
Las vallas están contempladas en los proyectos que aprobaron la Cámara de Representantes y el Senado como parte del debate sobre reforma de inmigración, y varios comités están realizando un nuevo ciclo de audiencias públicas.
