El destino lleva a José Luis Adame Chavarría a impartir la justicia en el ring.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Alguna vez soñó con ser gladiador, ser uno de los grandes del encordado y dar continuidad a una de las grandes leyendas de la lucha libre lagunera, pero el destino le tenía un plan muy diferente. Una lesión de rodilla sufrida durante uno de sus entrenamientos lo ubicó en la realidad y le hizo ver que la lucha libre tiene sus elegidos y que él no estaba entre ellos, al menos no de la forma en que pretendía.
Tras una agitada noche en el Club Deportivo Los Soberanos, un escenario clásico de barrio enclavado en la populosa colonia Las Julietas, situada a un costado de las vías del ferrocarril al sureste de Torreón, José Luis Adame Chavarría, mejor conocido como ?Chabelo?, accede a contar su historia dentro de la lucha libre profesional, de sus sueños frustrados de ser luchador y del gran encuentro con su destino, el cual le marcó el camino como réferi.
Aún después de salir del escenario, poco después de las 23:00 horas, su popularidad no pasa desapercibida y gran número de aficionados se despiden de él, agradecen su trabajo o le manifiestan su afecto con alguna broma, incluso de los propios luchadores, a quienes momentos antes tuvo que meter en cintura sobre el cuadrilátero.
?Aquí se respetan las reglas, yo soy quien tiene el mando y mi función es vigilar que todo se lleve a cabo conforme a lo que marca un reglamento?.
Sentado en una de las viejas gradas de madera en este inmueble, habla de su trayectoria uno de los réferis más populares del pancracio lagunero, cuyo prestigio alcanza ya a ciudades como Durango y Monterrey, donde trabaja con cierta regularidad, debido al lugar privilegiado que se ha ganado en el medio por su dedicación y empeño puesto en su oficio.
Cosa de suerte
Surgido de una familia donde la lucha libre es tradición (sobrino de Gran Markus y primo de Kaín y Black Jet), ?Chabelo? se considera afortunado al desempeñar esta actividad que le suele resultar altamente gratificante, aunque en ocasiones también ingrata, ya que el réferi siempre será el villano, sea cual sea el bando ganador.
?Quise continuar la leyenda de mi tío, deseaba subir al ring y portar el nombre de El Hijo de Gran Markus. Él mismo me entrenaba y estaba de acuerdo con el hecho de que yo le diera vida al personaje que lo ha hecho inmortal en la lucha libre. Él me ha visto como a su hijo y lo considero como un padre?.
Acostumbrado a acompañar a su tío Juan Chavarría a las arenas de lucha libre, con la finalidad de ayudarle a montar el ring que Markus suele rentar a empresarios de este deporte, José Luis recuerda el dos de mayo de 1998 como un día de lucha libre cualquiera, aunque trascendental para su vida.
Tras montar el ring en una arena de Matamoros, todo estaba dispuesto para el arranque de las acciones, pero un elemento indispensable en este deporte no estaba presente, el réferi. Con la premura no había tiempo para más preparativos, urgía alguien que impartiera autoridad sobre el encordado y había que sacarlo de donde fuera.
?Yo estaba en la arena y el empresario Sergio ?Checho? Ayup me preguntó si estaba dispuesto a ayudar, sin pensarlo mucho le dije que sí. Evidentemente no estaba preparado para subir vestido de réferi, lo hice con la ropa que llevaba puesta en ese momento, un pantalón corto y una playera; al poco tiempo el público me gritaba ?Chabelo?, en alusión al personaje de la televisión.
?Ignoro a quién se le ocurrió decirlo por vez primera, pero ese sobrenombre lo llevo hasta ahora con gran orgullo. Fue ahí donde encontré mi verdadera vocación y empecé a hilvanar una carrera que me ha dado grandes satisfacciones, además de forjarme una imagen dentro de la lucha libre profesional?.
A la par de esta actividad, realiza trabajos como ductero para sistemas de aire acondicionado, además de dedicarse al armado de vitrinas, ventanas y puertas de aluminio y vidrio, ramos en los que también se encuentra bien cotizado. Con cierta reserva, reveló el implacable juez que esta actividad ha sido bastante benévola con él, ya que en la actualidad cobra 400 pesos por referear un par de combates, preferentemente semifinales y estelares.
?Por fortuna hay mucho trabajo, yo inicio la semana en la Olímpico Laguna de Gómez Palacio, sigo el viernes en Matamoros, el sábado en Durango y el domingo termino aquí en Torreón, además de que por las mañanas me dedico a mis otros trabajos, donde obtengo lo necesario para sostener a mi familia.
?No soy casado, pero con mi pareja tengo una pequeñita a la que adoro. Espero que pronto podamos darnos el tiempo para formalizar nuestra situación; estamos bien y eso sería algo muy grande para los tres, formalizar nuestra familia?.
Es juez y parte
Al ser ?Chabelo? la autoridad sobre el ring, pudiera pensarse en una persona que inspira respeto y total seriedad, sin embargo, su cara de niño travieso, pese a estar a punto de cumplir 25 años de edad, refleja la alegría por trabajar en la actividad que disfruta y más satisfacciones personales le ha retribuido.
Este juez, encargado de hacer cumplir el reglamento de competencia sobre el ring, suele tomarse sus licencias y se olvida de las propias reglas que él debe obedecer y aplicar.
?Reconozco mi tendencia hacia los rudos, finalmente son elementos a los que pocos aficionados quieren, aunque ellos realizan el mayor esfuerzo y llevan la carga del espectáculo. De ellos se aprende mucho sobre la lucha libre, es por eso que los admiro y de vez en cuando les doy alguna ayudadita.
?Aunque los rudos son mis favoritos, por lo general procuro hacer cumplir el reglamento, me importa que la gente vea un espectáculo de calidad, pero no siempre es posible. Con la calentura del combate algunos no entienden razones y suelen excederse un poco, luego hasta uno la lleva?.
Al cliente lo que pida
El controvertido juez aseguró que la lucha libre se ha transformado significativamente, ya que a las nuevas generaciones les gusta el estilo espectacular con lances y acciones mucho más rápidas, muy diferentes al estilo tradicional, donde la técnica individual en el manejo de llaves y contrallaves marcaba la pauta de los combates.
?A mí me gustan los dos estilos, cada uno de ellos tiene su ventaja; yo acompañaba a mi tío a muchos de sus combates y pude verlo en acción en duelos mano a mano contra Tinieblas o Mil Máscaras, eran grandes luchas, lástima que muchos de ellos ya estén retirados y cada vez sea más difícil ver lucha clásica?.
?Me gusta que se cumpla el reglamento, la gente quiere ver lucha de calidad y yo tengo la responsabilidad de que ello se cumpla?? (Fotografías de Ángel Padilla).
Trabajar en la arena México y la Coliseo de la capital es uno de sus grandes sueños ahora como réferi, y asegura que no descansará hasta lograrlo, al considerar que con trabajo y dedicación podrá emular a don Roberto ?El Güero? Rangel, sin duda el mejor réferi que ha tenido la Empresa Mexicana de Lucha Libre.
?Yo quiero ser el mejor de todos, admiré al señor Rangel y a nivel local a Mister Penky, quien siempre me brindó un gran apoyo?.
Con orgullo, afirma estar entre los mejores de su profesión a nivel regional, situación que le ha permitido ser invitado para trabajar en las funciones que realiza el Consejo Mundial de Lucha Libre en el Auditorio Municipal, donde ha sido visto con buenos ojos por enviados de la propia empresa, quienes le han manifestado su interés porque siga con su preparación, a fin de que pronto esté en condiciones de recibir una oportunidad en el máximo escenario del pancracio mexicano.
Con la sonrisa dibujada en su cara de niño, afirma con orgullo que entre sus grandes satisfacciones está el haber trabajado en combates protagonizados por grandes del pancracio, como El Hijo del Santo, LA Park y Black Tiger, de quienes ha recibido buenos comentarios por su trabajo, situación que lo impulsa a continuar día con día en su preparación.
