EFE
ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI subrayó ayer durante un ?Te Deum?, la importancia que tiene en la vida de la Iglesia y de la sociedad la familia fundada en el matrimonio.
Benedicto XVI ofició en la Basílica de San Pedro un ?Te Deum? de acción de gracias por el año que termina, una tradición que inició Pablo VI y que mantuvo Juan Pablo II.
El Papa, durante su homilía, señaló que este año el programa pastoral de la Diócesis de Roma se basó en la atención a la familia y recordó que ésta fue siempre un tema de gran importancia para sus antecesores. El Obispo de Roma citó, en particular, a Juan Pablo II, quien señaló en repetidas ocasiones que ?la crisis de la familia constituye un grave perjuicio para nuestra civilización?, recordó.
Joseph Ratzinger dijo que precisamente para subrayar ?la importancia en la vida de la Iglesia y de la sociedad de la familia fundada en el matrimonio? intervino el pasado junio, en Roma, en el congreso diocesano sobre la familia.
En aquella ocasión, el Papa recalcó que la familia es ?una realidad humana fundamental? y advirtió que en la actualidad está expuesta a ?múltiples dificultades y amenazas?, por lo que tiene ?una especial necesidad de ser evangelizada y respaldada de forma concreta?.
Al inicio de su homilía, el Papa tuvo un recuerdo, ?con profundo y espiritual sentimiento?, a su antecesor Juan Pablo II, muerto el pasado abril, que hizo ayer un año que celebró su último ?Te Deum? para ?dar gracias al Señor por los numerosos beneficios concedidos a la Iglesia y a la humanidad?.
Ratzinger señaló que ?es un deber, además de una necesidad del corazón, alabar y dar gracias? a Dios, que ?nos acompaña en el tiempo sin abandonarnos nunca y siempre vela por la humanidad con la fidelidad de su amor misericordioso?.
Además, recordó ?de manera especial? a todos aquellos que están en dificultades: ?las personas más pobres y abandonadas, todos aquellos que han perdido la esperanza en un fundado sentido de la propia existencia o que son involuntariamente víctimas de intereses egoístas, sin que se les haya pedido adhesión u opinión?.
El Obispo de Roma dijo que ?haciendo nuestro? el sufrimiento de esas personas ?las confiamos a Dios, que sabe convertir todas las cosas en bien?. Además, pidió al ?Señor de la vida? que ?mitigue con su gracia las penas provocadas por el mal y que siga dando fuerza a nuestra existencia terrena, dándonos el Pan y el Vino de la salvación para sustentar nuestro camino hacia la patria del Cielo?.