EFE
Río de Janeiro, Brasil.- Los equipos de rescate que buscan en la Amazonía brasileña los restos de las 155 personas muertas en un accidente aéreo ayer hallaron hasta ahora ?50 despojos humanos? y los cadáveres del piloto y el copiloto. Según la Fuerza Aérea brasileña, las labores, que estuvieron interrumpidas debido a las pésimas condiciones meteorológicas en la densa zona selvática donde el viernes pasado cayó el Boeing 737-800 de la aerolínea brasileña GOL, se reanudaron ayer viernes a media mañana.
?Los militares y peritos del Instituto Médico Legal (forense) están trabajando en el área del accidente preparando los despojos para el traslado?, señaló un comunicado del Centro de Comunicación Social de la Fuerza Aérea. Fuentes militares no pudieron precisar si los ?despojos? hallados corresponden a 50 personas o si son 50 trozos de cuerpos humanos.
Los cadáveres del piloto y el copiloto fueron hallados dentro de la cabina del avión. Los equipos de rescate trabajan en la localización de otros puntos donde podría haber restos de víctimas del accidente, agrega el comunicado.
En el accidente murieron 155 personas, 149 pasajeros y seis tripulantes. ?Según estimaciones de los peritos que trabajan en el área, los equipos de rescate localizaron cerca de 50 despojos mortales desde ayer a hoy e identificaron un área donde pueden existir otras víctimas?, agrega el texto.
La cifra contradice versiones de la prensa local que ayer daban cuenta del rescate de cien cadáveres.
La cabina y los cuerpos de los pilotos de la aeronave fueron localizados y estaba previsto que en las próximas horas fuesen enviados a Brasilia, donde se encuentran los familiares de las víctimas. El avión cubría la ruta Boa Vista-Manaus-Brasilia-Río de Janeiro y tenía sólo 200 horas de vuelo.
Según las autoridades aeronáuticas, al parecer se precipitó a tierra después que fuera rozado a unos 19 mil pies de altura por un pequeño jet ejecutivo ?Legacy? fabricado por la brasileña Embraer.
El avión ejecutivo se disponía a salir de Brasil en un vuelo inaugural hacia Estados Unidos con cinco pasajeros a bordo y dos tripulantes. Todos resultaron ilesos tras un aterrizaje de emergencia en una base aérea en la Amazonía, lejos del lugar donde el Boeing finalmente se precipitó a tierra.
