Para muchos la decisión que tomó el presidente Vicente Fox de dar el Grito de Independencia en Dolores Hidalgo, Guanajuato, fue la correcta para evitar confrontaciones con los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, quienes desde hace más de 40 días mantenían un plantón permanente en el Zócalo capitalino.
Sin embargo, es innegable que la imagen de Vicente Fox muestra rasgos de debilidad a escasos meses de dejar la Presidencia. Y es que al final de su sexenio, el presidente no pudo lucir en los dos actos más importantes que tenía este año: la lectura de su último Informe de Gobierno, así como dar el Grito de Independencia en el Zócalo.
Ambos eventos significaron un ?triunfo? para los perredistas, quienes impidieron el lucimiento del presidente. Muy lejana está la imagen del Vicente Fox que hace seis años tomó el poder y que tenía el apoyo incondicional de los mexicanos. La poca habilidad política tanto del presidente como la de sus colaboradores, terminó echando por la borda el apoyo incondicional de una nación que le dio su voto en 2000.
A poco más de dos meses de la toma de posesión de Felipe Calderón, es urgente que se construyan puentes con el PRD para evitar que los seguidores de López Obrador motivados por estos ?triunfos?, intenten impedir la toma de protesta de Calderón Hinojosa.
El país no merece más actos de sabotajes, donde la falta de respeto a las instituciones sea una estrategia para ganar espacios. La verdadera lucha por la democracia se hace mediante el diálogo y en la institucionalidad. La violencia y la resistencia civil siempre estarán condenadas al fracaso.
