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¿Respeto y responsabilidad?

Juan de la Borbolla R.

Dime de qué presumes y te diré de qué adoleces.

Tal pareciera que cuando Manuel Andrés López Obrador utiliza la palabra respetuosamente; ya está desplegando una embestida contra aquello a lo que se refiere con respeto, pero sólo de boca para afuera.

Respetuosamente... López Obrador ha procurado lanzar toda su inquina burlona y maquiavélica contra una serie de instituciones de la vida social, política y jurídica del país como la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Procuraduría General de la República, el Ejército, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda, la de Relaciones Exteriores etc., etc.

La más reciente andanada la ha enderezado en contra del IFE y de su director a decir del propio López Obrador, aun cuando técnicamente su denominación sea la de consejero presidente.

Cuando suma la suma de palabras es responsable y respetuosamente ya no nos puede quedar duda de su actitud demoledora de instituciones de la vida nacional.

El que hace unos cuantos años tomó los pozos petroleros y las carreteras tabasqueñas para forzar que le acreditaran el triunfo en los comicios por la gubernatura de su entidad, insiste ahora en la necedad de abrir ahora en el Tribunal Electoral del Poder Judicial cada uno de los paquetes electorales ya debidamente contados el día de las elecciones. Sin embargo el Artículo 247 del Código Electoral es enfático al señalar las causas para abrir los paquetes electorales: si los resultados de las actas no coinciden, si se detectan algunas alteraciones en actas o cuando no existe el acta de escrutinio.

Casuística que ya además se pudo subsanar en cada uno de los casos que representantes del PRD impugnaron en cada comité distrital en esa larguísima noche de espera en base a las triquiñuelas de los perredistas en el cómputo definitivo, alargaron la discusión a veces innecesariamente cuando los resultados eran contrarios a ellos, para así dar la impresión durante 20 horas que el triunfo era de López Obrador y con ello sembrar la duda respecto de la validez del resultado que daría a conocer el IFE.

El lunes tres de julio, en una conferencia de prensa, Andrés Manuel López Obrador lanzó la acusación de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares, el PREP, estaba manipulado porque, dijo, le faltaban tres millones de votos cuando él y todos los funcionarios del PRD sabían perfectamente porque incluso los consultaron continuamente a lo largo de la larga madrugada.

Con su actitud necia de insistir en el conteo papeleta por papeleta para dar su anuencia al resultado electoral López Obrador está despreciando respetuosamente el trabajo generoso de cerca de dos millones de mexicanos que se movilizaron infatigablemente a todo lo largo de la jornada electoral, bien sea como responsables de casilla en su carácter de presidente, secretario o escrutadores, bien sea representantes de los partidos, la maravillosa jornada electoral del dos de julio, la cual resultó casi perfecta a pesar de las insidias respetuosas de quien ha dado muestras reiteradas de no saber perder.

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