Salen vecinos a cuentagotas de sus hogares; recuerdan incursión de la Policía.
Agencias
SAN SALVADOR ATENCO, Estado de México.- El reloj de la Iglesia del Divino Salvador marca las 18:30 horas. De sus bocinas sale el Himno a la Alegría. El sacristán, Heriberto, dice que es para dar tranquilidad al ambiente.
Doña Lucero barre afuera de su rosticería vidrios y botellas de plástico. Lo hace de malas. ?Todos pagamos por unos cuantos?, expresa.
Luego de la trifulca que se registró por la mañana, los vecinos de este municipio comenzaron a salir a su plaza principal, a cuentagotas.
Pasito a pasito, con las manos en las bolsas de su pantalón, Artemio busca un lugar que no esté tan sucio en la cancha de basquetbol para contemplar la zona de guerra: la esquina de Florida oriente y 27 de Septiembre norte.
En esta esquina un Nissan rojo con placas 902-STH del DF luce con los vidrios rotos, pedazos de llanta quemados y cientos de trozos de piedras.
?Aquí estuvo lo más duro. Me quedé atrapado en la panadería, apenas había comprado los bolillos, y como 40 chavos tenían a raya a los granaderos, pero no aguantaron, después vino la corretiza?, dice ?El Chivita?, un chofer de bicitaxi.
Con su dedo índice señala un hueco que existe entre el kiosco y la plaza. ?Aquí golpearon a un chavo que tenía la cara tapada, gritaba: ?ya estuvo?, pero le llovió la patiza?, indica. En el lugar hay rastros de sangre.
Si uno camina por las calles aledañas a la plaza, afuera del auditorio Zapata o sobre la cancha de basquetbol, el pie choca con alguna botella de plástico, de vidrio o una piedra. Todo es un reguero.
El piso está pegajoso. Los perros relamen las latas de atún que dejaron los policías que se mantuvieron en guardia casi nueve horas. A veces de pie, a veces acostados.
Huele a quemado, a orines y comida podrida. ?Todo el día los policías se estuvieron orinando y vea cómo dejaron las calles: llenas de comida que no se tragaron y de refrescos a la mitad. Da coraje?, comenta una señora que vive junto a la pollería ?Soco?, sobre la calle de Miguel Hidalgo poniente.
Con cara de asco, la señora avienta agua a ?manguerazos? de donde proviene el hedor.
Pero la gente comienza a salir. O al menos se asoma por las ventanas. En bicicletas la gente pasa, ve lo que puede y desaparece. Después vuelve a regresar.
Se escuchan los engranes de algunas cortinas de metal. Las tiendas abren otra vez. Abarrotes ?Salvador? y ?Casa Ríos? recibe a la gente que va por jamón, huevos y bebidas.
?No hemos salido desde ayer por la mañana y como anoche ya no compramos nada ni hemos comido?, comenta don José, aún de sandalias. El de las tortas también decidió abrir y después hasta la peluquería de don Jacinto.
A unas seis calles hay luto. Javier Cortés, el joven de 14 años que perdió la vida en el zafarrancho, es velado. ?No queremos saber de medios, por favor, por ahora nada de entrevistas?, suplica una señora que se presenta como la madre del muchacho.
El féretro está colocado en un patio sin cemento bajo una manta de hule de color rojo, blanco y azul en las calles de San Francisco y México. Hasta afuera se oye el llanto de algunas mujeres.
PIDEN EMPRESARIOS MANO DURA CONTRA QUIEN PERTURBE PAZ SOCIAL
El sector empresarial exigió de las autoridades todo el peso de la Ley en contra de aquellos que se empeñan en perturbar la paz social y que buscan el enfrentamiento más que el diálogo en el conflicto del municipio mexiquense de San Salvador Atenco.
En entrevista, José Luis Barraza, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), lamentó los hechos de violencia y aseguró que ante el mundo se está enviando una señal negativa que podría afectar la buena imagen que ha ganado México en los últimos diez años, en los cuales se ha consolidado la estabilidad social y política y en la que la economía empieza a repuntar.
En tanto, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) exigió ?mano dura? de las autoridades para restablecer el orden público y detener a aquellas personas que incitan a la violencia, a fin de evitar que crezca la incertidumbre y ello inhiba la inversión.
EL SUBCOMANDANTE SIN CAPUCHA ES UN POBRE DIABLO: ONÉSIMO
El obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, consideró que el estallido de violencia registrado en San Salvador Atenco, Estado de México, estuvo ?preparado?.
Sobre el subcomandante Marcos, Onésimo Cepeda sostuvo que lo que ha hecho el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es intentar mover el ánimo de las personas, y criticó que recorra el país encapuchado.
Se pronunció porque Marcos viva también en la transparencia y dé cuenta, por ejemplo, de dónde saca tantos recursos ?para viajar por un lado y por el otro?.
Estimó que la población está más interesada en conocer de ese tema, y no sólo de los insultos que el subcomandante Marcos ha lanzado, aunque se abstuvo de hacer cualquier exhorto al integrante del EZLN, porque sin capucha, dijo, ?que Dios me perdone, pero es un pobre diablo?.
LLAMA IGLESIA A DEJAR ARMAS
La jerarquía católica llamó a dejar las armas y la violencia y privilegiar el diálogo a las personas que participan en los incidentes de los municipios de Texcoco y San Salvador Atenco, pues, advirtieron que no sería justo que la sociedad mexicana se convirtiera en rehén de grupos o personas con intereses mezquinos.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer un mensaje, en el que subraya que la violencia generada por aquellos que persiguen otros fines ajenos al bien común no debe seguir cobrando más vidas.
INICIA CNDH INVESTIGACIÓN
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación de los hechos violentos ocurridos el miércoles en Salvador Atenco, Estado de México, para determinar si hubo violaciones a las garantías individuales durante el enfrentamiento entre habitantes de esa comunidad y elementos de diversas corporaciones policiacas.
El organismo informó que a petición expresa, tanto de particulares como de autoridades, envió ocho visitadores y dos peritos médicos a Atenco para realizar la investigación, al término de la cual emitirá una resolución.