Mientras los líderes ladrilleros instruyen a sus representados a que continúen con la quema de tabique sin importar los sellos de clausura en sus negocios, el alcalde Jorge Herrera Delgado dejó claro no se interrumpirá el calendario de cierres hacia este tipo de fábricas, ya que no está en sus manos el proceso legal que se sigue en este sentido.
Ayer por la mañana decenas de obrajeros realizaron una manifestación en la sede del Auditorio Municipal, logrando la promesa del Ayuntamiento de sentarse a dialogar sobre el proyecto del Parque Industrial Ladrillero hasta el próximo viernes a las 13:00 horas.
Más de 150 personas, entre adultos y niños, que asistieron en defensa del gremio ladrillero argumentaron dar empleo a diez mil duranguenses en las más de 450 fábricas que operan en la ciudad. Propusieron a las autoridades tres opciones: aceptan reubicarse, pero a un terreno más cercano; en ese sitio, utilizar el llamado bio-diessel elaborado a base de girasol y maíz, y que lo patrocine el Gobierno.
Por último, que el Municipio adquiera el ladrillo crudo a los obrajeros, y así se comprometerían ellos a derribar sus quemadores pues se dedicarían únicamente a dejar el producto a medio terminar, faltando el cocimiento del mismo.
Por su parte, la directora municipal de Promoción Industrial, Comercial y Turística, Carolina Uriarte Rodríguez, dijo que el proceso de desencuentros sobre el proyecto del Parque Industrial no ha permitido que los productores sepan las demás bondades que ofrece este lugar.
?En las últimas semanas solamente se ha hablado del tema de la reubicación, mas no se han abordado necesidades reales que tiene Durango de contar con un ladrillo ecológico, de mejor calidad, con mayor variedad de productos y con capacidad de abasto para competir en mercados nacionales e incluso internacionales?, afirmó.
A su vez, el diputado priista Héctor Carlos Quiñones Ávalos indicó que los resultados que se han tenido actualmente entre la Presidencia Municipal y los ladrilleros han sido producto de un mal cabildeo, indicó
La resistencia y la tardía acción, después de año y medio de pretender cambiar a los ladrilleros, ha sido infructuosa, han sido sólo el producto de malas negociaciones con los trabajadores de obradores. Es necesario establecer los mecanismos para que la reubicación sea exitosa.
