EFE
Buenos Aires.- El rescate de un hasta ahora inédito "Diccionario de argentinismos" permitió constatar que muchas de las voces populares del habla actual del país suramericano están vigentes desde el siglo XIX.
El primer tomo de esta obra manuscrita, que data de 1875, fue hallado el año pasado en los archivos de la Academia Argentina de Letras, cuyo presidente, Pedro Luis Barcia, lo rescató, lo estudió y decidió llevarlo a la imprenta.
"De las mil 265 voces que este diccionario contiene, una porcentaje cercano al 90 por ciento es de uso actual. Esto indica la continuidad y la permanencia de las voces fundamentales de la lengua", dijo Barcia anoche en la presentación de la obra, editada con la ayuda del grupo hispano-argentino Repsol YPF.
En el siglo XIX floreció en América la idea de confeccionar diccionarios nacionales, lista que se inicia en 1836 con un Diccionario de voces de Cuba, seguido por diccionarios de colombianismos, venezolanismos y chilenismos.
Hasta el hallazgo de este libro manuscrito, se creía que el primer diccionario editado en Argentina era uno que vio la luz en 1910.
La empresa fue obra de la Academia Argentina de Ciencias, Letras y Bellas Artes, que funcionó entre 1873 y 1879 y cuyo primer objetivo fue crear este diccionario, "lo que indica ya una madurez y un punto de partida de distanciamiento respecto del caudal léxico de España", dijo Barcia.
La tarea estuvo coordinada por el poeta Rafael Obligado, el científico y literato Eduardo Holmberg y el químico e inventor Atanasio Quiroga, quienes trabajaron en el diseño de la "planta" o estructura del diccionario.
La obra se fue nutriendo con los aportes que llegaron de las distintas provincias del país.
La Academia recibía las voces, se elaboraban papeletas, éstas pasaban por dos comisiones y luego se transcribían en un libro de caja con tres columnas, una con el asiento del vocablo, otra con la acepción y una tercera con ilustraciones de posibles usos de las palabras.
Entre estos ejemplos de uso, además de pasajes de obras de escritores, había extractos de periódicos, toda una curiosidad para la época.