EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Los proyectos del Programa de Alianza para el Campo son revisados de manera minuciosa a fin de que el consejo técnico dictamine o no su aprobación.
De acuerdo al encargado del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader), Javier Montoya, en el rubro de Desarrollo Rural, ya se tiene un gran avance en el proceso de revisión de expedientes y todo tipo de documentos.
Manifestó que desde hace varios días se lleva a cabo una inspección de campo donde se verifica que los datos en la solicitud sean verdaderos para su factibilidad.
Apuntó que se analiza con el objetivo de que cada uno de los puntos que vienen en las solicitudes cumplan con la normatividad y sean liberadas las cartas de aprobación.
El objetivo desde que se abrieron las ventanillas, señaló que fue el dar agilidad en la revisión, autorización y asignación de los subsidios contemplados en el mencionado apoyo.
Explicó que una vez terminada esta etapa, los proyectos pasarán para su aprobación al consejo integrado por el presidente municipal, Nicolás Muñiz Domínguez, representantes de las dependencias federales que inciden dentro del sector rural, los productores y el Cader, aunque también están dentro de esta asociación, delegados de los grupos promotores del Municipio, jóvenes, mujeres y gente de la tercera edad.
Recordó que existen proyectos de hasta 100 mil pesos para abajo que se deben justificar con un perfil de lo que será la actividad comercial y los que sobrepasan esta cantidad, son acompañados por un análisis de tipo técnico y financiero.
Es elitista
Para Seferino, quien no quiso revelar sus apellidos por temor a represalias, el programa Alianza para el Campo continúa siendo elitista como otros años, ya que muy pocos proyectos se aprueban sin dar prioridad a los productores del sector social.
Dice que los recursos del programa de la Alianza para el Campo resultan insuficientes y sólo beneficia a los productores menos necesitados.
Debido a lo anterior, los proyectos que no alcanzan recursos tienen que esperar a que sean apoyados para el próximo año, donde está la incertidumbre de no saber cuánto será lo presupuestado y si alcanzará para las necesidades y rezagos que arrastra el campo desde hace años.