Nivel cultural en obreros de Servicios Públicos dificulta hacerles entender los riesgos laborales a los que se enfrentan
El Siglo de Durango
Vestido como Dios le da a entender, José trabaja en el servicio de recolección de basura con el riesgo permanente de contraer una de las tantas enfermedades que nacen en su entorno diario de trabajo: la basura y los desechos.
Él es uno de los 430 empleados que se abocan a diario a la tarea de mantener limpio el municipio de Durango, con la misión de recolectar más de 512 toneladas de desperdicios diariamente.
José trabaja para la Dirección Municipal de Servicios Públicos (DMSP). La institución afirma que a José y a todos los demás empleados de limpieza urbana los dota de equipamiento y dos uniformes completos dos veces por año.
Sin embargo, la misma dependencia admite que en los hechos resulta casi imposible obligarlos a usar la indumentaria oficial de trabajo, ya sea porque la venden o la regalan, o porque simplemente no la consideran importante, lo cual incrementa para ellos los riesgos laborales generados por la convivencia cotidiana con la insalubridad.
REZAGO HUMANO
La propia Dirección, a través de su titular, Guillermo Adame Calderón, acota: ?es difícil hacerles entender de normas laborales cuando el promedio de escolaridad de nuestro personal es de cuarto a quinto año de primaria. Es decir, hay cuestiones socioeconómicas y culturales que nos complican esta parte?.
Y efectivamente hay rezagos escolares y culturales entre los trabajadores de Servicios Públicos Municipales, cuya relación más reciente arrojó un total de mil 25 empleados.
Es que, en su nómina aparecen al menos 105 personas que no saben leer ni escribir, 525 que tienen inconclusa la primaria o secundaria, y 22 empleados más con problemas mentales o psicomotrices.
Aunque hay una noticia positiva entre todos: en los últimos meses 26 empleados han hecho el esfuerzo de terminar la primaria, y 16 más están en proceso de lograrlo.
Adicionalmente, el problema de las adicciones al alcohol y a las drogas es realmente preocupante, ya que una buena parte de los empleados de limpieza tiene o ha tenido problemas de drogadicción, sobre todo al llamado ?cristal?.
?Al empezar la administración vimos que era un problema constante que los trabajadores laboraran con un constante consumo de alcohol en horas de trabajo. Pusimos un cerco y diversos candados y hemos ido avanzando?, dice Adame.
Agrega: ?hemos enviado constantemente a la gente con un grado mayor de enfermedad a los centros de rehabilitación que existen en la ciudad para que superen el problema. Pero, pues no podemos ocultar que el problema existe...?.
Pese a que la vida diaria de un trabajador de limpieza es convivir con la basura y verla como parte natural de su rutina, las estadísticas del Departamento de Recursos Humanos arrojan que no es común la enfermedad de los trabajadores por algún proceso infecto-contagioso en la piel o el estómago.
Y es que, los principales riesgos laborales propios del trabajo, según las estadísticas, son en el rango de más a menos: las cortadas en la piel y las lastimaduras por levantar cosas pesadas.
Pudiera resultar curioso, lo cierto es que resulta llamativo que la tercera categoría de riesgos laborales más comunes para los trabajadores de limpia son las lesiones provocadas por pandilleros en el trayecto de su casa al trabajo y viceversa.
Una más la representan las caídas en bicicleta. En términos numéricos se contabilizan más de 300 accidentes de trabajo por año, en promedio uno diario, aunque la Dirección asegura que en lo que va de 2006 van 60 accidentes menos en comparación con el mismo periodo de 2005.
PRESTACIONES Y DERECHOS
La dotación de servicios públicos por parte del Municipio es un proceso que acaba de cumplir 100 años en lo que respecta a Durango capital.
Sin embargo, pese a los avances tecnológicos y administrativos del servicio de limpieza, las condiciones de vida de los empleados dedicados a esta tarea no han mejorado significativamente.
Ahí, el sueldo más bajo que percibe un trabajador sindicalizado es de 520 pesos a la semana, y el promedio mensual de sueldos en la dependencia es de dos mil 800 pesos al mes (700 pesos a la semana).
Los trabajadores tienen derecho a sueldo, Seguro Social, aguinaldo de 54 días, despensa equivalente a 4.5 salarios por quincena y a diez salarios en Navidad; vacaciones, 18 días festivos y derecho a préstamos. Esto, siempre y cuando estén sindicalizados.
La dependencia municipal precisa que la prestación médica es para todos y es el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quien se encarga de responder ante las incapacidades por accidentes de trabajo.
Al final de cuentas, no obstante, mientras más accidentes haya mayor es el costo de la prestación ante la instancia federal. De ahí que se hayan intensificado los cursos y las capacitaciones para mejorar las capacidades del personal en todos los sentidos.
Servicios Públicos registra en lo que va del año 11 cursos de capacitación sobre temas como taxonomía, relaciones humanas, jardinería, primeros auxilios, manejo de estrés, valores, mantenimiento vehicular y planeación estratégica.
Además dice que hay un constante adiestramiento para que ubiquen los riesgos al tratar con residuos biológico-infecciosos, lo cual se ha tratado de combatir mediante la implementación de una ruta de limpieza especial para hospitales y clínicas, aunque siguen registrándose casos donde la basura más peligrosa se mezcla con la doméstica o residencial.
ANTES Y DESPUÉS
En 1906 la autoridad edilicia de Durango asumió por primera vez la responsabilidad formal de los servicios públicos en la ciudad.
En ese entonces, el servicio se prestaba con unas cuantas carretas que recorrían la diminuta mancha poblada de Durango, que abarcaba los tradicionales barrios de Analco y Tierra Blanca, así como algo más en lo que hoy se considera Centro Histórico.
El proceso era simple aunque peculiar: un niño caminaba delante del carretonero con un cencerro o fierro viejo que hacía sonar con otro trazo de fierro que hacía las veces de campana para avisar que la limpieza iba en camino.
La cantidad de basura por obvias razones era mínima y el centro de acopio se encontraba dentro del mismo cuadro atendido por los carretoneros de limpieza.
Pasó el tiempo y los procesos entraron a la modernidad: se empezaron a usar las máquinas a motor para recolectar los desechos de los duranguenses, y se pensó en crear otros rellenos sanitarios provisionales, que en su momento estuvieron en donde hoy son los fraccionamientos Huizache y a la altura de lo que ahora son oficinas de la Secretaría de Educación del Estado.
El tiempo ha caminado sin detenerse. Ahora se cuenta con 132 rutas, de las cuales 128 son domiciliarias (64 un día y 64 al siguiente), dos itinerarios son rurales y una más recorre hospitales y clínicas.
Las carretas son ahora camiones que no solamente recolectan, sino a la vez compactan la basura con capacidad hasta de ocho a diez toneladas de desperdicio.
Y también se apoyan del barrido manual de calles y avenidas en el Centro Histórico, el cual se hace con 105 personas de los llamados ?tambitos?, quienes recaudan 14 toneladas diarias de basura y tienen ya cinco minibarredoras mecánicas.
El proceso es complejo pues en las rutas trabajan 210 personas, aproximadamente; en los tambitos 105 a 110 trabajadores; en la planta de transferencias hay de 40 a 50 personas más que sí laboran para Servicios Públicos, y en el nuevo Relleno Sanitario se encuentran 30 ó 40 empleados más.
La ciudad, sin duda, ha crecido sustancialmente en comparación con el año 1906, cuando las carretas y los cencerreros le avisaban a los pobladores que el servicio pasaba por su calle para recoger la basura.
Sin embargo, ha sido un proceso de 100 años que no ha ido al parejo en lo que respecta a los trabajadores, pues su grado de escolaridad es apenas de cuarto de primaria, las adicciones están a la orden del día y la cultura propia de su entorno los pone en riesgo constante de enfermarse o tener un accidente grave de trabajo.
José es la muestra clara de que pueden pasar cien años de modernidad sin que se note mucho en ellos, en la gente que como él pareciera vivir en otra época que no es la actual.
Numeralia
Los números son muchos; sin embargo, la realidad de los trabajadores de limpieza no ha variado mucho en cien años...
-430 empleados se abocan a diario a la tarea de mantener limpio el municipio de Durango.
-4º a 5º de primaria es el promedio de escolaridad del personal de Servicios Públicos.
-1,025 empleados tiene en total Servicios Públicos.
-105 trabajadores de la dependencia no saben leer ni escribir.
-525 tienen inconclusa la primaria o secundaria.
-22 empleados más con problemas mentales o psicomotrices.
-26 han hecho el esfuerzo de terminar la primaria y 16 más están en proceso de lograrlo.
-300 accidentes de trabajo se registran por año , en promedio uno diario aproximadamente.
-60 accidentes menos se reportan en lo que va de 2006 en comparación con el mismo periodo de 2005.
-520 pesos a la semana es el sueldo más bajo.
-2,800 pesos al mes es el promedio de los trabajadores de esta dependencia.
-54 días de aguinaldo, despensa equivalente a 4.5 salarios por quincena y a diez salarios en Navidad; 18 días festivos y derecho a préstamos son parte de sus prestaciones.
-512 toneladas de desperdicios se captan diariamente.
-132 rutas cubren la ciudad.
-128 son domiciliarias (64 un día y 64 al siguiente); dos itinerarios son rurales y una más recorre hospitales y clínicas.
-105 personas trabajan los llamados ?tambitos?.
-14 toneladas diarias de basura y tienen ya cinco minibarredoras mecánicas.
-210 personas en recolección.
-40 a 50 personas más en planta de transferencias.
-30 ó 40 empleados más en el Relleno Sanitario.
Fuente: Investigación de El Siglo de Durango.
Numeralias aparte resaltadas
512
toneladas
de desperdicios se captan diariamente
1,025
empleados
tiene en total Servicios Públicos
300
accidentes
de trabajo se registran por año , en promedio uno diario aproximadamente.