El boricua participa en Extravaganza con un concierto, saluda a empleados de su hotel y deleita a su público.
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GUADALAJARA, JALISCO.- El cantante puertorriqueño Ricky Martín participó en la celebración de Extravanganza con un concierto de casi dos horas en el que deleitó al público con sensuales movimientos de cadera, la interpretación de 21 canciones y siete cambios de ropa.
El artista hizo un espacio en su gira One Night Only por Estados Unidos (EU) para ofrecer el concierto privado a más de 17 mil distribuidores de productos alimenticios Omnilife en la nueva planta de manufactura Cedros ubicada en El Salto, Jalisco.
El concierto privado inició a las 21:09 horas con las melodías I Dont Care y Qué más Da, incluidas en su nuevo disco Life.
Ricky Martín salió al escenario vestido con un pantalón de mezclilla y saco, y de inmediato invitó a los asistentes a pasarla bien contagiando con su habitual alegría: ?esas palmas arriba, que se sienta el calor!?.
Destacó el espectacular escenario conformado por un juego de luces hasta en el techo, cuatro pantallas gigantes que transmitieron imágenes de videos y comics.
Acompañado por diez músicos y dos coristas, Ricky Martín ofreció un show renovado, con nuevos arreglos en las canciones como She Bangs, en la que junto a una bailarina ofreció movimientos de flamenco en un tablado.
Con gran sencillez, Ricky Martín compartió a los tapatíos que estuvo alejado de los escenarios para poder escribir música y tener un encuentro espiritual.
?Tengo muchos años en el escenario y necesitaba reactivar ese momento de reflexión. Tenía que poner los pies en el piso, la mente puede volar mucho y mirar lejos, pero es importante que el cuerpo se mantenga en la tierra?, expresó.
La velada continuó con dos guitarras, para ofrecer la versión acústica de las canciones Fuego Contra Fuego, Perdido sin Ti, El Amor de mi Vida y Te Extraño, te Olvido, te Amo.
Ricky hizo un gesto de asombro al ver a una joven que logró evadir la seguridad para tomarse una foto; en lugar de molestarse festejó el atrevimiento.
Vestido con una gorra azul, chaleco, camisa blanca y pantalón negro, Ricky expresó: ?¡empezó la fiesta señores, arriba corazones que se sienta el calor de los latinos... arriba México!
Fue entonces cuando la histeria colectiva se hizo presente con las sensuales coreografías y los movimientos de cadera del cantante durante la interpretación de La Vida Loca, María, La Bomba, Para Arriba y Para Abajo y La Copa de la Vida.
Ricky aprovechó para desabrocharse su camisa mostrando su delineado torso e invitó a los asistentes a bailar, ?bailen conmigo para olvidar los problemas del hogar, del trabajo, los titulares de los periódicos. Aquí se vale todo. Todos creemos en la paz y en crear un mundo perfecto en este momento?.
Divertido y alegre invitó al público a realizar una competencia de baile: ?tienen que arriesgarse. Hay que ser alegres y dejar fluir todo. Comencemos a bailar con mayor intensidad?.
En medio de la euforia y una lluvia de papeles, Ricky se despidió del público: ?Que Dios los bendiga?, y ante el clamor popular, regresó para interpretar Vuelve y Déjate Llevar.
El concierto terminó a las 22:45 horas, mientras que el puertorriqueño se tocaba el corazón y se despedía pidiendo ?sigan sonriendo, gracias?.
