Agencias
Miami, Florida.- Ricky Williams y su abogado se reunieron con el consejero de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), Jeff Pash, con la esperanza de convencer a la liga de que desestime un examen en el que el corredor de Miami dio positivo, y podría costarle la temporada 2006.
La liga, que no reconoce los exámenes de drogas hasta que haya una determinación final, escuchó la apelación, pero no realizó comentarios.
David Cornwell, el abogado de Williams, un ex consultor de la liga y experto en política de abuso de sustancias, confirmó que la audiencia había tenido lugar, pero tampoco hizo comentarios. Los resultados de la audiencia no serán conocidos inmediatamente, pero si se declara válido el examen positivo, será la cuarta violación de Williams a la política de abuso de sustancias de la liga, lo cual implica al menos un año de suspensión.
El corredor de los Delfines apeló unos informes que dicen que habría dado positivo de una sustancia prohibida por la liga en exámenes de orina realizados hacia el final de la temporada 2005, probablemente en el mes de diciembre.
Williams estuvo fuera de acción todo el 2004, tras sorprender al mundo del futbol americano con su retiro de los emparrillados, pero todo hace suponer que hizo esto para evitar una suspensión y una multa de la liga, pues dio positivo en un control antidrogas por mariguana.
El polémico jugador tuvo que pagarle a los Delfines la cantidad de 8.6 millones de dólares por incumplimiento de contrato, esto le costó cuatro juegos de suspensión, pero finalmente regresó el año pasado para jugar nuevamente con el conjunto de Miami.
Ahora un nuevo examen al parecer arrojó un resultado en el que aparecen otras drogas diferentes a la mariguana, esta sería la tercera ocasión en que Williams viola el reglamento del programa de sustancias prohibidas de la NFL y en caso de que resulte culpable recibirá una suspensión de un año.
Por tal motivo, el ganador del Trofeo Heisman en 1998 busca a toda costa evitar esta suspensión, pues esto podría marcar su carrera definitivamente, ya que estaría fuera de acción un año.
La temporada pasada fue difícil para el ex estrella de la Universidad de Texas, pues su desempeño fue muy pobre en los primeros juegos de la campaña, prueba fehaciente de que permanecer un año alejado de los emparrillados es complicado hasta para el mejor atleta del mundo.
Fue hasta la mitad del año cuando Williams se acercó al nivel que lo llevó a estar dentro de los mejores de la NFL, a pesar de ello corrió para 743 yardas y tuvo un promedio de 4.4 yardas por acarreo.
Regreso esperado
El receptor Peerless Price regresó al equipo que lo trajo a la NFL en 1999, los Bills de Búfalo, luego de firmar un contrato por cuatro años y más de diez millones de dólares.
El veterano de siete temporadas retornó a los Bills, luego de emigrar en el 2003 con los Halcones de Atlanta, donde permaneció dos años, para luego ir a los Vaqueros de Dallas, equipo que lo cortó este año tras la llegada de Terrell Owens.
Los Bills decidieron traer de vuelta al egresado del Colegio de Tennessee, después que Eric Moulds decidió dejar el equipo hace una semana para irse a los Texanos de Houston, por lo que el peso en el juego aéreo caerá en los hombros de Price.
La mejor temporada de Price como profesional la vivió con Búfalo, pues en el 2002 superó las mil yardas al alcanzar mil 252, un promedio de 13.3 por recepción y atrapó nueve pases para anotación. El año pasado fue el peor para Peerless Price, ya que con los Vaqueros no pudo ver mucha acción, pues sólo jugó en siete partidos y acumuló 96 yardas.
Ahora espera que su suerte cambie en su regreso a los Bills, que previniendo la salida de Moulds recontrataron a Josh Reed y adquirieron en la agencia libre a Andre Davis, quien llega a Búfalo después de jugar tres años con Cleveland y uno con Nueva Inglaterra.