Los Naranjeros de Hermosillo se llevaron los máximos honores ofensivos al terminar la temporada regular de la Liga Mexicana del Pacífico; Juan Carlos Canizalez es campeón bateador, con .337, y Luis Carlos García es de cuadrangulares, con 18, y de carreras producidas, con 57. En bateo colectivo este equipo ocupó el segundo lugar, al acumular .276.
Esta temporada los Naranjeros tuvieron un coach de bateo debutante, un hombre que en la temporada 1985-1986 se presentó con el equipo de la capital sonorense y ahí se mantuvo hasta la campaña 2004-2005; en el torneo actual decidió colgar los spikes y encargarse de dar instrucción a los bateadores; su nombre es Cornelio García Cháidez, quien es el mejor, luego de Héctor Espino González, el pelotero más representativo de la organización.
Cornelio García pertenece a Laguna y quiere terminar su carrera en Liga Mexicana de Verano con esta escuadra, por lo que 2006 marcaría el adiós de este bateador, reconocido como el más grande de todos los tiempos junto con Matías Carrillo. Cornelio ha estado muy pegado a los propietarios de Vaqueros y quizá se le vea por acá también como coach de bateo; se sabe que Cornelio recomendó a Maximino León como instructor de lanzadores y también que a través del cachanilla dos refuerzos estadounidenses pueden venir de Hermosillo a La Laguna.
El equipo Yaquis de Ciudad Obregón está fuera del play off en la Liga del Pacífico, el club de la antigua Cajeme no pudo colarse al play off, en donde califican seis de ocho, y eso habla de una actuación desafortunada; ahí el coach de pitcheo fue Vicente Romo, el mismo encargado de los lanzadores en Vaqueros Laguna durante la temporada 2005. Aquí queda la importancia de rodear al manager de un verdadero grupo de colaboradores, que sean un real apoyo para éste.
Cornelio García algún día va a ser manager en el beisbol profesional, la directiva le ofreció el cargo de Vaqueros en 2005, pero él rechazó la propuesta, ya que su deseo es incursionar en esa difícil carrera, pero en mejores condiciones y no con un equipo eliminado y víctima de un sin fin de problemas internos.
Los propietarios de Vaqueros Laguna quieren cambiar la cara por completo al equipo y para eso se requiere una selección minuciosa de cada elemento que va a integrar la organización, en la oficina, en la conformación del cuerpo técnico y en el plantel de peloteros, en donde el buen nivel competitivo deberá acompañar a las buenas costumbres y al buen proceder, dentro y fuera del campo, para traducirse en seres humanos íntegros que en base a eso se conviertan en deportistas ejemplares.
Para la ofensiva, Cornelio García puede ser un elemento muy valioso en Vaqueros Laguna; se trata de un bateador habilidoso, agresivo en la caja de bateo, lleno de inteligencia y siempre peleador en el pentágono; esas características serán muy valiosas para los jóvenes y en general para todo pelotero, como sucedió ya esta temporada con los Naranjeros de Hermosillo.
A Cornelio García algunos directivos pretendieron colgarle la etiqueta de conflictivo o calificarlo de ?grillo? por el hecho de defender sus derechos y pelear por lo justo, de acuerdo a lo que decían sus números. Hoy, Cornelio, ya como parte de otra etapa en el beisbol, inicia un camino diferente pero dentro del deporte que le ha dado todo y al cual él se ha entregado desde que egresó de la Academia de Pastejé.
En el seno de la escuadra lagunera hoy suceden muchas cosas, quizá extradeportivas pero que indudablemente van a influir en el desempeño de la novena. El terminar la amistad entre los propietarios de la franquicia y la familia Mansur no fue todo, ya que la abrupta ruptura de las relaciones laborales ha provocado consecuencias de carácter legal que desde ahora son delicadas. Si todo lo anterior se hace público, en este espacio y en su momento se comentará al respecto.
Y una felicitación sincera a Roberto Fernández, José Juan Vázquez, Moisés Arce, Fernando Benito y Juan Carlos Reyes, por los dos años de su exitoso Palco Web, el mejor programa deportivo de la radio en La Laguna, por el simple hecho de dar a todas las disciplinas la misma importancia y no saturar de futbol a los aficionados.
A Moi Arce en especial, por la invitación del miércoles anterior al convivio en el Club Los Azulejos, y que por cuestiones estrictamente de salud no pudimos disfrutar junto a los colegas que ahí compartieron el pan, la sal y el vino.
