Jaime Chávez Aguilar inicia un largo camino de cuatro años al frente del deporte en Torreón; si se trabaja 24 horas diarias durante su periodo seguramente quedarán pendientes varias cosas por hacer. El arranque es promisorio, Jaime tiene gran experiencia como directivo del deporte y actualmente trabaja en base a un programa que él mismo elaboró y presentó a la máxima autoridad municipal.
En una larga charla con Jaime Chávez, hablaba de sus proyectos y deseos para el deporte de la tierra que lo vio nacer. Sabe que hay muchas cosas por corregir y cuando nos hizo una promesa que aquí guardamos, entonces quedó claro que no vino para hablar, sino para actuar y cumplir en la mejor medida posible con el amplio y ambicioso programa de actividades.
Enterado de que se niegan los campos de la Unidad Deportiva Torreón (UDT) a la Liga Obrero Estudiantil Sabatina de Beisbol, como máxima autoridad del deporte en el Municipio, prometió a Raúl Parra Monsiváis tomar cartas en el asunto. Jaime Chávez sabe lo que es esta liga y más allá, conoce la limpia trayectoria de su presidente, con el que compartió muchas cosas dentro del Rey de los Deportes, en sus tiempos de coordinador deportivo en la Universidad Iberoamericana de Torreón.
La UDT es manejada por un patronato administrador, pero de ninguna manera puede perder su esencia de ser un organismo de servicio para los usuarios, quienes hacen su esfuerzo al pagar una cuota de entrada y disfrutar de sus bien cuidadas instalaciones. Negar su uso a ciudadanos y deportistas torreonenses, va en contra del espíritu para el que fue creada en tiempos de Braulio Fernández Aguirre y de Matías Román Mier como encargado del patronato.
Jaime Chávez va más allá y pronto iniciará gestiones para que la Liga Obrero Estudiantil Sabatina no sólo utilice los campos de la UDT, sino también los de la Unidad Deportiva Aeropuerto y los del lecho seco del Río Nazas. Jaime fue claro en sus conceptos y durante aquella plática se comprometió a muchas cosas, en algunas de las cuales ya ha puesto mano.
Por cierto, Raúl Héctor Parra Monsiváis recibió ayer la solicitud formal de la Universidad Autónoma Agracia Antonio Narro para ingresar a la Liga Obrero Estudiantil Sabatina de Beisbol, por lo que es un hecho que se completan los 14 equipos. El campo de los Buitres no estaba en buenas condiciones, pero la solicitud de ingreso a la liga es oficial y formal, por lo que también a esta novena quizá haya que buscarle un escenario.
Mientras se decide la petición a la Unidad Deportiva Torreón, la Universidad Iberoamericana, a través de Jorge Gerardo Gallegos Sánchez, aceptó ya prestar su campo cuando ese equipo juegue de visita; aquí cabe destacar otro hecho de buena voluntad por parte de un hombre que quizá como titular del deporte en Torreón cometió algunos errores, pero tiene derecho a una segunda oportunidad, la cual parece que está decidido a aprovechar.
En una amena y no planeada charla, José Luis Minor hablaba entusiasmado de la Liga de Paso del Águila, de la que es presidente; ayer se inició la serie final y el entusiasmo es tan grande que se esperan llenos en los partidos programados para celebrarse en el campo del Ejido la Concha. Se trata de una liga que quizá no haga mucho ruido, pero camina con paso firme, con absoluto respeto a los lineamientos del deporte organizado y con el deseo de crecer y hacer más grande a La Laguna, hoy reconocida por la Confederación Deportiva Mexicana, en gran medida, gracias a la Federación Mexicana de Beisbol.
Así como la Liga Obrero Estudiantil Sabatina y la de Paso del Águila, la Durangueña de Veteranos de Gómez Palacio pone el ejemplo entre los peloteros master; Jesús Valles y Juan ?Dinamita? Hernández han realizado una buena labor y después de desprenderse de directivos que mucho daño les hicieron, hoy es uno de los circuitos que apoya y fortalece a la Asociación Lagunera de Beisbol.
Qué bueno que haya gente positiva y desinteresada, que aporta cosas importantes para el beisbol amateur de La Laguna; mientras estos espacios se llenen con comentarios de esas personas, se mantendrá el sentimiento de que la labor de Alfonso Díaz Couder Calero (qepd), Rodolfo Ayup Sifuentes y Raúl Héctor Parra Monsiváis, ha valido la pena y es digna del mayor reconocimiento.