Hace unas semanas en este espacio se comentó por vez primera la situación de Abel Martínez, la cual poco a poco tomó fuerza hasta convertirse en tema central, aunque la situación real del sinaloense es bien conocida por muy poca gente involucrada en el beisbol.
De cara a la temporada 2004, Abel Martínez llegó a Vaqueros Laguna de Langosteros de Cancún, que recibieron a Jorge Luis ?Coque? Valle en cambio definitivo, de acuerdo a la información oficial que dio a conocer José Antonio Mansur Beltrán, y de la que existen pruebas por escrito. En ese momento Abel Martínez pasó a ser propiedad definitiva de Vaqueros Laguna, misma situación de Jorge Luis Valle con Langosteros de Cancún.
En su primera campaña con la franela naranja Abel Martínez terminó como uno de los mejores terceras bases de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), sólo superado por Ray Martínez. En ese año fue el dominicano Wilton Veras el que inició como antesalista titular, mientras que Abel Martínez calentaba la banca y esporádicamente era utilizado como parador en corto o bien, segunda base.
Wilton Veras no pudo con el pitcheo de la LMB, aunque su guante era de gran calidad y por tratarse de un refuerzo extranjero se optó por darle las gracias; entonces Abel Martínez recibió la oportunidad que esperaba. Abel pronto dio de qué hablar, tanto con el bat como con el guante y desde su primera temporada con Vaqueros (2004) era considerado ya como uno de los peloteros claves en la construcción que se quiere hacer de una base mexicana.
Para 2005 Abel regresó a Laguna y ya como titular confirmó el buen trabajo que había realizado en tercera base. Langosteros, por su parte, vendió a Jorge Luis Valle a los Saraperos de Saltillo, aunque la negociación se ?disfrazó? al enviar a Sergio Palafox a Cancún. ¿El motivo?, no pagar a Valle el porcentaje que le corresponde al haber sido vendido en 500 mil pesos.
Cerca del final de la temporada 2005, cuando ya eran conocidos varios de los problemas internos en Vaqueros Laguna, José Antonio Mansur Beltrán ordenó a Felipe Rodríguez enviar a Abel Martínez a El Águila de Veracruz por Sergio Palafox, que al ser de un equipo de la familia facilitó el movimiento, que no por eso deja de ser oscuro y doloso. Sobre el caso se consultó a Carlos Gómez del Campo, que claramente dijo no estar de acuerdo, pero al ser José Antonio Mansur Beltrán el presidente y encargado de lo deportivo la negociación se registró en la LMB.
Lógicamente, al ver que Abel Martínez está convertido en uno de los mejores terceras bases de la liga se pensó en él para El Águila de Veracruz, cuyo presidente hoy es José Antonio Mansur Beltrán. La directiva de Vaqueros Laguna, con argumentos que se antojan válidos, solicitó que Abel Martínez se mantenga en esta organización pero la LMB falló en favor de la causa veracruzana. ¿La razón?, José Antonio Mansur Beltrán y toda la familia llevaron a Alejandro Hütt a la presidencia de la LMB.
Junto con Alejandro Hütt se promovió como su auxiliar a Jorge Mario Cornejo, funcionario de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma cuando esa empresa vendió la franquicia al grupo que encabeza Ricardo Martín Bringas. Antes de darse la llegada de José Antonio Mansur Beltrán como presidente, hubo quien buscó el puesto con todo, y para ello viajaba frecuentemente a Monterrey, aunque finalmente la decisión de los propietarios se dio como lo habían planeado.
Pagado el favor de Alejandro Hütt a la familia Mansur, la LMB considera que Abel Martínez es de El Águila de Veracruz, pero la insistencia de Vaqueros Laguna ha provocado que el destino de ese pelotero se resuelva por votación de los 14 equipos restantes durante la próxima Convención del Beisbol Profesional Mexicano, en Villahermosa, Tabasco.
Hoy, Salomón Juan Marcos Villarreal nada tiene que ver ya con El Águila, el empresario lagunero fue utilizado por el gobernador de Veracruz mientras convencía a José Antonio Mansur Beltrán de hacerse cargo del conjunto porteño. La franquicia de El Águila pertenece al Gobierno del Estado, así como a los municipios de Veracruz y Boca del Río, junto con la familia Mansur. Ese es el panorama en tan complicado asunto y en el que a Vaqueros le asiste la razón; ojalá los directivos en Villahermosa den su voto en favor de lo que debe ser si se quiere hablar de justicia.