La gira que Laguna tuvo por Tabasco y Veracruz trajo resultados muy positivos, si se considera que cuando se juega fuera de casa dividir es bueno. El equipo de Fernando Elizondo viajó por el Sur y se trajo cuatro triunfos de seis juegos disputados.
Si los llamados brakes del beisbol habían sido en contra de la novena lagunera, hoy justo es decir que al manager le han resultado las improvisaciones que intentó debido a lesiones y bajas de juego. Norberto Grajales sintió una contractura muscular en la espalda y malestar estomacal, por lo que no pudo cumplir su salida en Villahermosa, entonces Fernando Barreras tomó su turno con excelentes resultados en seis entradas, al recibir sólo una carrera, que fue sucia. El de Ciudad Obregón, Sonora, está entre los diez mejores lanzadores de la liga en efectividad.
Anteriormente se utilizó a José Mercedes como relevo, ante las malas salidas de Julio César Parra; el derecho dominicano ya tiene tres salvamentos. Para cubrir el hueco del quisqueyano en la rotación de abridores se trajo del bullpen a Martín Gómez, que tuvo una actuación cumplidora.
Ofensivamente se inició con Rafael Castañeda en el banquillo de suplentes, pero ?El Shivigón? respondió desde la primera vez que se le llamó como emergente, ahora el capitalino es líder en bateo de la Liga Mexicana y dueño de la primera base, lo que provocó el cambio de Julio Reyes al jardín de la izquierda en lugar de Omar de la Torre, que enseñó problemas con el bat en el arranque de la temporada. El joven de Guadalajara regresó a la actividad ante la lesión de Melvin Nieves, al realizar una atrapada a cordón de zapatos frente a los Olmecas de Tabasco.
En el campo corto se notaba un hueco, el cual ya tiene dueño con Irvin Valenzuela, mientras que se esperaba el repunte de Eddy Díaz y Melvin Nieves, cañoneros extranjeros que como verdaderos refuerzos están obligados a ser los mejores del equipo en el renglón de carreras producidas. Tanto el venezolano como el de Puerto Rico, levantaron su ofensiva en Tabasco y Veracruz, pero eso no les quita que puedan ser sustituidos si esta misma semana, al jugarse en casa, no alcanzan el nivel que de ambos se espera.
Por respeto a la organización no revelaremos los nombres de los refuerzos que hay en la mira, aunque anoche en la radio se soltó el nombre de uno de los posibles. El visitante de esta noche es distinguido, al tratarse nada menos que del actual campeón de la Liga Mexicana de Beisbol, ahí viene el Jugador Más Valioso del 2005, el short stop sinaloense Javier Robles Acuña, viejo conocido de la afición lagunera, por haber jugado con los Algodoneros de Unión Laguna en 1992. Tomás Herrera, gerente de los Tigres Capitalinos en aquel entonces, nos dijo que su equipo tenía un joven campocorto lleno de facultades, pero al que le hacía falta jugar para convertirse en titular, mientras que los felinos necesitaban un short stop de experiencia para ganar el campeonato.
Ese pelotero joven y con mucha capacidad era Javier Robles Acuña, que vino prestado a los Algodoneros de Unión Laguna junto con Héctor ?Venado? Álvarez, a cambio de Francisco Guerrero, reconocido como uno de los mejores de la liga en las paradas cortas. Los Tigres ganaron el título con Gerardo ?Mulo? Gutiérrez como manager, mientras que el Unión Laguna preparó a Javier Robles y Héctor Álvarez, quienes el año siguiente regresaron a la escuadra felina, Robles convertido en estrella y hasta hoy campocorto inamovible de los Tigres. Muchos de esos movimientos se dieron en el Unión Laguna desde 1985, los cuales impiden que se tenga una buena base de peloteros mexicanos.
Enrique Reyes, actual manager campeón, antes manejó a los Pericos de Puebla, y aún se recuerda con coraje la bienvenida que le dieron los seguidores de este equipo, el día de la inauguración en 2005, ya como manejador de los Tigres de la Angelópolis. Fue una jornada triste para el popular ?Che?, un manager que en base a trabajo y dedicación se ha ganado un sitio entre los mejores del beisbol profesional mexicano. Qué dirían aquellos que lo insultaron en el Parque Hermanos Serdán, cuando ese mismo año, al final de la temporada y gracias a su labor, los Tigres de la Angelópolis se ciñeron la corona frente a los Saraperos de Saltillo y exclusivamente con peloteros mexicanos. Estamos seguros que Enrique Reyes no pidió dirigir a los Tigres; la organización lo asignó por sus méritos y por la política de mexicanizar al equipo, como siempre lo soñó el inolvidable Alejo Peralta y Díaz Cevallos, fundador de la novena bengalí hace 51 años.
