Este jueves habrá reunión de directivos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en la capital del país, y uno de los asuntos que deberá resolverse es la posible contratación de Donzel Mc Donald con Vaqueros Laguna. El estadounidense inició la temporada con los Olmecas de Tabasco, que lo cambiaron a los Leones de Yucatán por Scott Bullett. Los ?melenudos? no lo utilizaron, e incluso nunca fue activado en el roster de 28 peloteros, por lo que de ahí vino el interés de la directiva naranja.
El cuatro de abril venció el plazo para que los 16 equipos de la LMB presentaran sus listas de peloteros protegidos, esto es, los 28 activos en el roster actual, más sus reservas, que pueden ser habilitados en cualquier momento. En la lista de los Leones de Yucatán no apareció Donzel Mc Donald, lo que automáticamente lo convierte en jugador libre.
Resulta que la LMB dice que Mc Donald no apareció en la lista definitiva de los Leones debido a un error en el sistema de cómputo, de lo cual Vaqueros Laguna no tiene ninguna culpa. Resulta extraño que la liga turne el caso a la asamblea del próximo jueves, cuando la decisión es clara y el pelotero en mención es libre de contratarse con otro equipo. Falta poco para conocer el resultado y ojalá no suceda lo mismo que en el caso de Abel Martínez, que supuestamente en la convención de Villahermosa se iba a resolver, pero el asunto ni siquiera se tocó en aquella ocasión.
Hasta la temporada 2004 de la LMB, los reglamentos permitían a los equipos incluir por espacio de diez días a cualquier jugador en la lista de lastimados, pero algunas escuadras abusaban de la regla al incluir peloteros que se encontraban en mal momento y no lesionados; al término de ese plazo, la organización decidía con cuál quedarse.
A partir de 2006 los peloteros importados pueden incluirse en la lista de lesionados pero no pueden ser sustituidos por otro extranjero, ya que en ese momento el equipo involucrado pierde los derechos del jugador. Laguna vivió esa situación por partida doble en 2005, con las lesiones de Rafael Álvarez y el mismo Ramón Espinosa, quienes por esa nueva disposición no pudieron regresar a la escuadra naranja.
En el caso de la novena naranja, la tendencia parece indicar que Eddy Díaz será el primer extranjero sacrificado, para dar paso a José Castañeda como tercera base. De resolverse favorablemente el caso de Donzel Mc Donald, el estadounidense sería activado en el roster lagunero con la intención de fortalecer el outfield y especialmente el jardín izquierdo, en donde no se ha encontrado a un elemento que juegue ahí todos los días.
Mientras tanto, el equipo ha tenido una gran recuperación, y después de un inicio con cinco derrotas consecutivas, hoy son ocupantes únicos del cuarto lugar en la Zona Norte. Fernando Elizondo ha realizado ajustes sobre la marcha en busca del mejor funcionamiento, y las cosas empezaron a darse, a pesar de que lamentablemente las lesiones hicieron acto de presencia en los casos de Julio Reyes, Rafael Castañeda, Irvin Valenzuela y Ramón Espinosa, con el pelotazo que recibió el domingo anterior de parte de Édgar Pérez.
A Vaqueros Laguna le quedaron para la parte final de la primera vuelta los compromisos más complicados; visitar a Sultanes y Saraperos es una aventura de alto riesgo. La frontera de Tijuana y el Parque Hermanos Serdán, casa de los Pericos de Puebla, son aduanas de gran dificultad. Quizá los compromisos más accesibles sean los que habrá frente a Monclova, un equipo bien reforzado en los últimos días.
Las sanciones a algunos ampayers experimentados de la LMB provocaron la oportunidad para varios elementos jóvenes, quienes pese a sus facultades se han visto titubeantes a la hora de recibir protestas airadas de algunos peloteros y managers. Al respecto, el reglamento es claro y habla de expulsión inmediata ante el más mínimo reclamo hacia una jugada de apreciación.
Es importante que la LMB brinde un apoyo real a los hombres de azul, quienes en repetidas ocasiones han sido sancionados por el hecho de aplicar el reglamento y expulsar a algún pelotero de los considerados estelares. Si a un ampayer lo amenazan con tocarle el bolsillo, difícilmente va a expulsar a alguien, por muy airados que sean los reclamos.
Así como la cantera de peloteros necesita renovarse, la de ampayers tiene que ser pródiga en elementos jóvenes y capaces, aunque el apoyo incondicional de la liga es fundamental, sin importar el nombre o la jerarquía de quien falta a los estatutos del circuito.