La llegada de Demond Smith es una muestra más del interés de la directiva y cuerpo técnico de Vaqueros Laguna por reforzar el outfield. El relevo de una entrada de José Mercedes, hace pensar que el dominicano se mantendrá como cerrador, lo que al menos hoy descarta la posibilidad de regresar al quisqueyano a la rotación de abridores.
Podría pensarse que existe plena confianza en el pitcheo y por eso se mantiene sin cambios; también se puede concluir que los refuerzos para ese departamento serán mexicanos; ojalá lo segundo sea lo verdadero. Desde antes de iniciar la temporada, Vaqueros Laguna ha estado cerca de un abridor mexicano de categoría, al parecer hoy más que nunca se está cerca de conseguir ese brazo confiable, el cual se espera pueda ayudar todavía en la primera vuelta.
Ante la salida de Melvin Nieves, Vaqueros no tiene en el papel, un bateador largo, lo que se conoce como un cuarto bat, sin embargo, la idea tiene cierta lógica, si durante el receso se alejaron las bardas en el Estadio de la Revolución, aunque a ningún equipo le viene mal un pelotero de los que en el argot se conocen como jonronesos. Hoy para conectar un cuadrangular en casa de Vaqueros, se requiere darle a la pelota con verdadera autoridad, aunque es cierto que lo mismo cuenta una carrera producida por un hit sencillo que la de un vuelacercas, aunque en el equipo es necesario bajar notablemente el número de corredores dejados en base.
De cara a la temporada 2006 la directiva naranja se ha distinguido por aguantar a sus refuerzos extranjeros hasta el límite, así sucedió con Melvin Nieves, al que se dijo adiós luego de un mes de calendario regular y cuando el boricua llegó a 51 ponches. A Ramón Espinosa se le dio de baja por la lesión, pero sustituirlo con Anthony Sanders fue un error, el cual se busca remediar con Darrell Sherman y Demond Smith, dos peloteros aparentemente de características similares, pero que lo único que tienen en común es su carácter explosivo.
Vaqueros cuenta a partir de hoy con Héctor García, un elemento que viene a reforzar el outfield y podría alternar con Darrell Sherman y Demond Smith en los jardines, sin olvidar a un Omar de la Torre, siempre cumplidor en el rol que se requieran sus servicios. Por jerarquía De la Torre debe estar primero que García, aunque lo importante es que por fin el outfield tendrá profundidad, con gente de calidad en el banquillo, para cualquier emergencia que se presente.
En el pitcheo la decisión de iniciar esta noche con Alberto Manrique suena como algo totalmente lógico, ya que sus últimos relevos han sido muy efectivos y tenerlo como inicialista permite que se disponga de Martín Gómez, en donde el de Minatitlán es más efectivo en labores de relevo. No hace mucho Tabasco preguntó por Martín Gómez, pero cuando Laguna solicitó a Vinicio González, el equipo sureño decidió retirarse de las negociaciones, aunque nada se puede descartar, siempre que el movimiento se considere benéfico para Vaqueros.
Sacar el mayor número de triunfos en los enfrentamientos pendientes de la primera vuelta, es fundamental en las aspiraciones de play off, porque Monclova, Puebla y Tijuana son rivales directos de Vaqueros Laguna en la lucha por una buena puntuación en la Zona Norte, al término de la primera vuelta. El equipo ha bateado y en el plano general ocupa el cuarto lugar, aunque lo importante será la llegada del contacto a la hora buena, cuando hay corredores en los senderos, no importa el calibre del batazo, lo necesario es que vaya a la tierra de nadie y traiga carreras al pentágono a la hora en que las carreras se necesitan.
Se presenta esta noche un conocido de la afición lagunera, Gerardo Sánchez, manager de Vaqueros hasta 2005, cuando dejó su lugar a Tony Aguilera; ?Polvorita? calificó al equipo al play off 2004, pero la novena llegó en franca desventaja frente a los Saraperos de Saltillo. De regreso a la organización que encabeza Carlos Peralta Quintero, Gerardo Sánchez apareció como coach y en 2006 recibió la oportunidad de dirigir a los Pericos de Puebla, con muy buenos resultados hasta el momento.
Gerardo demostró en Torreón ser un buen manager, sólo que un timonel en ocasiones no tiene al alcance las modificaciones que requiere el plantel y también se ve obligado a aceptar las decisiones de la directiva, en la mayoría de los casos erróneas y arbitrarias, porque hay cosas que solamente corresponden a quien encabeza el cuerpo técnico.
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