No es de este año, sino de muchos atrás, que el Juego de Estrellas de la Liga Mexicana de Beisbol, más que un reconocimiento al buen trabajo, se ha convertido en dolor de cabeza para el 95 por ciento de los participantes, quienes acuden al llamado para evitar la sanción de diez juegos (sin goce de sueldo) que impone el circuito a los ausentes, sin una causa justificada.
El 30 de mayo de 1991, el Juego de Estrellas se celebró en el Estadio Monterrey, Marco Antonio Vázquez, entonces manager de los Algodoneros de Unión Laguna, dirigió por vez primera en el llamado clásico de media temporada, y ninguno de los lanzadores de la Zona Norte quería la responsabilidad de iniciar el partido. Media hora antes del play ball preguntamos al estratega sobre el pitcher abridor y juraba que aún no lo sabía. Su colega y ese día rival, Francisco ?Paquín? Estrada, tenía el mismo problema.
Otra situación que no se contempla, sobre todo en los lanzadores, es lo sucedido el año anterior en Puebla, cuando el Juego de Estrellas estaba a punto de irse a extrainnings y ninguno de los managers tenía ya pitchers disponibles; los convocados cuando mucho lanzan una entrada y es raro aquel que lo hace en dos o hasta tres episodios.
?Me duele el brazo, estoy cansado, lancé ayer o me toca hacerlo mañana?, son algunas de las ?justificaciones? que los lanzadores argumentan para no ser considerados. Conocemos a muchos peloteros que lejos de participar tres días en las actividades del Juego de Estrellas, prefieren descansar junto a su familia.
Estar convocado tiene que ser un honor para todo pelotero, un reconocimiento a la buena labor en la primera parte de la temporada. Quizá si la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) otorgara un estímulo a los participantes, éstos lo harían con gusto, pero en realidad lo único que reciben los convocados es el reconocimiento a su buena labor. Los peloteros premiados son los ganadores del Derby de Jonrones, gracias a la aportación de los patrocinadores que se consigan.
En el caso de esta franquicia se pueden mencionar muchos nombres, desde Erick Payton, Eddie Bronson, Leo Hernández, hasta Jesús González Loroño, Daniel Ríos y Warren Newson, entre otros, de elementos que no deseaban ser convocados al tradicional partido, cuya actividad hoy se realiza en tres días.
Resulta curioso que siempre cuando viene el receso por el Juego de Estrellas, algunos de los peloteros convocados tienen necesidad de viajar a su casa para arreglar asuntos personales. En este mismo año el también dominicano de los Pericos de Puebla, Manny Martínez, solicitó permiso de no asistir al partido y aunque de momento se anunció que sería sustituido, finalmente recibió indicaciones de presentarse, para evitar una sanción de diez días sin goce de sueldo, de acuerdo al reglamento de la Liga Mexicana de Beisbol, en lo que se refiere al partido de media temporada.
Mercedes pidió autorización para viajar a República Dominicana y al advertirle que se haría acreedor a una sanción, él tomó la decisión de correr el riesgo, pero al no haber una causa justificada para su ausencia, seguramente el castigo de diez días, sin goce de sueldo, será efectivo para el lanzador de Vaqueros Laguna. Al ser un hecho que Mercedes perderá dos o hasta tres salidas, se toma la determinación de buscarle sustituto y aunque se diga lo contrario, ya hay tres nombres en cartera para cubrir el hueco de Mercedes, ya sea con un inicialista o bien, con un cerrador.
La Liga Mexicana de Beisbol, en común acuerdo con los 16 equipos que la integran, deben buscar de alguna manera que los convocados al Juego de Estrellas asistan con gusto y no obligados para evitar una sanción económica. Hoy en día el equipo ganador (Zona Norte o Sur) obtiene el derecho de iniciar en casa la serie final, pero el premio es poco y se antoja necesario hacer algo para que el partido sea más atractivo, incluso para algunos medios de comunicación que no asistimos por tratarse, más que de un buen juego de beisbol, de una serie de actividades sociales, muy lejanas a lo que es el Rey de los Deportes.
En cuanto a José Mercedes, como lo dice el boletín emitido por Vaqueros Laguna, ojalá el dominicano esté de regreso en unos días más, que la directiva naranja convenza a la LMB que su ausencia del Juego de Estrellas es justificada, y lógicamente, que el próximo martes el dominicano inicie la serie frente a los Diablos Rojos del México.