Jorge Roque Gutiérrez fue el mejor lanzador de Vaqueros Laguna durante el mes de mayo, curiosamente desde que fue habilitado como inicialista, el derecho de Guasave entregó sus mejores resultados, aunque en los relevos también demostró ser un brazo confiable. Durante el mes pasado Roque Gutiérrez tuvo 2-0 en ganados y perdidos, con 2.78 de efectividad; tres de sus juegos en mayo fueron ya como abridor, para un total de 22.2 entradas de trabajo.
La situación es clara, y como dice el ?Kino? Gallegos, el beisbol es un deporte severo, que castiga fuerte cuando se juega mal, sin embargo, suele dar satisfacciones y alegrías, si las cosas se hacen adecuadamente. Con Jorge Roque fueron injustos, y afortunadamente, aunque un poco tarde, al final se dieron cuenta que este elemento tiene mucho más en su brazo derecho que algunos que antes que él trabajaron como inicialistas.
Roque es un hombre que llegó muy joven a La Laguna, y al poco tiempo decidió establecerse en esta tierra, en invierno ha jugado para los Algodoneros de Guasave, y a pesar de tener 26 años, se trata ya de un lanzador con la suficiente experiencia para establecerse como un estelar en la organización naranja.
Pero el asunto de Jorge Roque no ha sido el único acierto de la directiva; de los Olmecas de Tabasco se trajo a Octavio Álvarez, otro serpentinero de gran experiencia que ya tuvo una buena salida como abridor y esta tarde lanzará frente a los Leones de Yucatán. Acierto también ha sido traer a Óscar Ramírez, hoy dueño de una posición que en Vaqueros Laguna representaba un tremendo hueco, desde que Heriberto Salas pasó a los Potros de Tijuana. En ocasiones la memoria suele jugar chueco, pero nos atrevemos a afirmar que desde los tiempos de Francisco Guerrero, Laguna no había tenido un parador en corto de la calidad de Óscar Ramírez.
En ese aspecto, Vaqueros Laguna ha demostrado deseos de hacer bien las cosas, y aunque la directiva nada informa, se puede afirmar que antes del 15 de junio, cuando vence el plazo para realizar préstamos, habrá nuevos refuerzos en la novena naranja, y hablamos de peloteros de categoría, tanto en pitcheo como en la receptoría, en donde se requiere una inyección para dejar al equipo en posición de pelear por la tercera posición de la Zona Norte en la segunda vuelta.
Y el insistir en el hermetismo de la directiva no es un capricho, sino un deseo de servir al público que apoya a Vaqueros Laguna, quienes día con día se preguntan sobre los planes inmediatos para mejorar al equipo en todos sus aspectos. Mientras Carlos Gómez del Campo mantenga su sinceridad con este espacio, esos aficionados serán los beneficiados, porque se enterarán antes que nadie de lo que sucede en el interior del plantel.
Aquí no se va a engañar al público al señalar que se tiene un superequipo, el buen aficionado sabe de beisbol y se percata cuando llega un ?peloterito? o un estelar, como en el caso de Óscar Ramírez y Octavio Álvarez. Los errores cometidos, aquí se han señalado con severidad, como ahora se reconocen los aciertos, en donde vale la pena destacar uno más en el caso de Francisco Omar de la Torre, con el que se ha cometido otra injusticia, pues el de Guadalajara, en base a su trabajo en el terreno, ha demostrado que debe jugar todos los días. De seguir los aciertos en el seno del equipo, entonces será más factible el boleto al play off, que hoy se ve lejano, aunque matemáticamente es muy posible.
Hoy se tiene que disfrutar el momento y como aficionados compartir la alegría, mantener el apoyo con la asistencia diaria al Estadio de la Revolución y esperar que los buenos resultados se multipliquen hasta hacer que el play off sea cada día una posibilidad mayor. A la directiva le tocará hacer su trabajo y a cada pelotero dar el máximo esfuerzo en el terreno para ir paso a paso y juego por juego, hasta que Vaqueros Laguna se afiance en las primeras posiciones de la Zona Norte. No se debe olvidar que hay pendientes, series contra Saltillo, Sultanes, Tijuana y Pericos de Puebla, en donde Vaqueros va a decidir su suerte.
Y dos felicitaciones muy especiales: una a Luis Dovalina y a su Cristy, a cuyo hogar ha llegado el cuarto bat de la familia; la otra para Julio Reyes, por la noticia de que ha dado el hit de su vida y muy pronto, junto a su esposa, recibirán la dicha de un hijo. Ojalá ambos nacimientos traigan ?torta? para los padres y sean un presagio de cosas muy positivas a un equipo que nació en 2003 y ya muestra deseos de ser una organización grande.
