Carlos Gómez del Campo pronunció un dicho muy certero: ?El pelotero más caro es el que no te quieren vender?. Vaya si el presidente ejecutivo de Vaqueros Laguna está en lo cierto, cuando esta temporada el equipo naranja buscó, mediante jugosos ofrecimientos económicos, a peloteros mexicanos tan destacados como Hugo Castellanos, Vinicio González, Mario Iván Santana y Carlos Reséndez.
Hoy Carlos es un convencido de que los grandes peloteros mexicanos se tienen que hacer, y cuando se cuenta con una base, entonces surgen los grandes equipos. Sin descuidar el accionar de la novena en este 2006, Vaqueros ya trabaja de cara al futuro inmediato en busca de hacer peloteros de calidad. Marco Antonio Garza, Armando Huerta y Carlos Gutiérrez son tres ejemplos claros, sin olvidar los casos de Julio Reyes y José Amador Rodríguez; todos estos jóvenes hoy son pretendidos por varios equipos de la Liga Mexicana de Beisbol.
Como hombre de beisbol, Carlos Gómez del Campo conoce perfectamente las carencias de Vaqueros Laguna en la actualidad, pero también se ha percatado del deseo de otros equipos, quienes al negociar solicitan elementos como Pepe Amador, Julio Reyes o los novatos Marco Antonio Garza y Armando Huerta.
Hoy el equipo naranja podría hacerse de los derechos de Héctor Páez, un receptor muy confiable, sin embargo, la operación implicaría que José Amador Rodríguez pasara a los Piratas de Campeche en lo que resta de la actual temporada. Con satisfacción Carlos informa que Óscar Ramírez ya es propiedad de Vaqueros Laguna y sólo habrá que esperar el final de la temporada para compensar a los Guerreros de Oaxaca, aunque el directivo adelanta que ningún pelotero mexicano que hoy sea base entrará en la negociación. Los de la Verde Antequera tendrán una lista de jugadores a su disposición para elegir y cerrar el trato, que actualmente ya está firmado.
En la misma forma habla entusiasmado del outfield que presenta Vaqueros, en donde menciona a Francisco Omar de la Torre como jardinero de mucha categoría, que muy pronto será titular indiscutible. Informa el directivo que Héctor García es propiedad de los Olmecas de Tabasco y su futuro va a depender de lo que pretenda la organización sureña a cambio del ?Venado?.
En cuanto al desarrollo de peloteros, Carlos menciona a Iván Araujo, con ocho cuadrangulares en las sucursales de Vaqueros en Ciudad Juárez y Navojoa. Ahí se encuentran muchos prospectos de Laguna, en los cuales hoy se pone una atención muy especial. Por cierto, Antonio ?Balazos? Félix y Víctor Villa se desempeñan como scouts de la organización, y el que está muy pendiente del desarrollo de esos jóvenes es Felipe Rodríguez, que tiene el mérito de haber firmado a Marco Antonio Garza y Armando Huerta, en el último draft de la Academia del Beisbol Mexicano, allá en El Carmen, Nuevo León.
El directivo tocó el tema de Francisco Campos cuando le preguntamos por qué no a Vaqueros Laguna. Carlos fue tajante al señalar que un pitcher no va a cambiar la situación del equipo, se trata de un lanzador de 33 años de edad, por el cual habría que desembolsar algo así como 3.5 millones de pesos, además de uno o dos jugadores. Reitera el directivo que aunque el problema de Vaqueros Laguna no es económico, esas cantidades sólo se pagan por lanzadores jóvenes como Hugo Castellanos, Vinicio González o Alfredo Aceves.
Como presidente ejecutivo, Carlos Gómez del Campo está convencido de la necesidad de invertir en el desarrollo de peloteros jóvenes, a quienes se pretende tener en acción durante todo el año, de ser posible en ligas importantes, entre las que mencionó a la Mayor de La Laguna, que encabeza Juan Manuel Pérez Medina.
En la charla se habló también de Trebor Álvarez (qepd) y Abel Martínez, dos elementos que hoy deberían ser parte de lo que ya sería una excelente base mexicana; el caso de Trebor es irremediable y Carlos Gómez del Campo no quiere tratar ya el asunto de Abel, aunque, como lo dijo anteriormente, la estafa está consumada.
Ojalá que Vaqueros Laguna llegue muy lejos este año; es importante no crear falsas expectativas y ser claros al señalar que el play off se ve muy lejano, y por ahora sería importante no mencionarlo; el equipo debe tener un objetivo diario, jugar buen beisbol partido a partido, y si al final de la aventura el balance alcanza, esa noble afición tendrá una recompensa muy justa, de acuerdo al gran apoyo que ha dado a la organización en las buenas y en las malas.