La ofensiva de Vaqueros Laguna prácticamente está lista, con la llegada del tercera base Sergio Omar Gastélum se completa el infield y quizá pronto se conozca la contratación de un jardinero mexicano ya establecido en esta liga, en caso contrario, Iván Araujo y Omar de la Torre van a disputar esa posición en los entrenamientos.
Desde su llegada a Torreón Ray Padilla había dicho que conseguir buen pitcheo mexicano es muy complicado, por lo que en primera instancia se enfocaría a formar la ofensiva en base a buenos bateadores nacionales, para tener tres o incluso hasta cuatro lanzadores importados. A la fecha la directiva ha informado de manera oficial sobre las contrataciones de Mario Valdez, Emmanuel Valdez y Francisco Arias, que son buenos con el madero. Nada se ha dicho de Luis Carlos García ni Sergio Omar Gastélum, aunque ambos peloteros ya están amarrados.
A pesar de que en Culiacán se publicó hace 12 días, aquí nada se ha dicho sobre el nuevo manager, Marco Antonio ?Buzo? Guzmán, un elemento que como pelotero tuvo buena trayectoria y ahora va en camino para hacerse de un lugar como estratega. La primera opción para dirigir a Vaqueros era Derek Bryant, pero el estadounidense al parecer seguirá con Saltillo, al fracasar el intento de los Saraperos por contratar a Francisco ?Paquín? Estrada, el ex receptor que también es pretendido por los Sultanes de Monterrey.
En muchas ocasiones se ha comentado sobre la importancia de contar con una buena base de peloteros mexicanos, Vaqueros Laguna tenía carencias evidentes en la receptoría, el jardín central y la tercera base, hoy las tres posiciones ya están bien cubiertas y la ofensiva luce sólida y con profundidad, ahora queda lo más difícil, redondear el staff de pitcheo, con sus inicialistas, los relevos largo, medio y corto, sin olvidar al preparador, ése que también desempeña una importante labor.
Después de tener una buena base mexicana es importante designar a un manager joven, estudioso del beisbol, con deseos de ser importante en la liga y sobre todo, de tener una permanencia larga en la organización. Desde el cese de Marco Antonio Vázquez, en el lejano 1992, muchos manejadores han venido y así de rápido se fueron sin dejar huella alguna; en su momento se tuvo a José ?Zacatillo? Guerrero, sin embargo, por razones inexplicables nunca se le dio la confianza para realizar una labor duradera.
Ha sido tan curiosa la curva que marca el comportamiento de los managers en el equipo de La Laguna, que igual se recuerda a Francisco ?Chino? Galindo, cesado en 1995 en el intermedio de un doble juego en casa frente a los Saraperos de Saltillo. El segundo partido de aquella jornada lo dirigió Herminio Sáiz, entonces más preocupado por atender su negocio de venta de tacos en la explanada del Estadio de la Revolución.
Increíble también fue la contratación de Wes Clements como manager en 2005, cuando había iniciado Gerardo Sánchez, al que siguieron Antonio Aguilera, el propio Clements y Héctor Estrada, que como pudo terminó al frente de la novena. El trabajo en la integración de una base mexicana no había existido hasta la actualidad, cuando al parecer también se pretende a un manejador para muchos años en la organización, sin olvidar que los resultados son los que mandan y de no darse las cosas, la danza podría continuar.
Anteriormente se decía que Laguna no conseguía refuerzos de calidad por no tener material para entablar negociaciones; se afirmaba, además, que los otros equipos no soltaban buenos peloteros, pero de cara a la temporada 2007, Vaqueros ya tiene caras nuevas en Luis Carlos García, Sergio Omar Gastélum, Francisco Arias, Emmanuel Valdez y Mario Valdez. ¿Por qué antes las otras organizaciones no soltaban peloteros de calidad y ahora sí? Hoy lo cierto es que Vaqueros ha iniciado una labor que muy pronto deberá rendir frutos, aunque ahora ya algunos son evidentes.
Todo lo anterior no es garantía de que se va a ganar el campeonato en 2007, pero sí es halagador ser testigos del trabajo serio de una directiva dispuesta a hacer bien las cosas, con respeto hacia su afición, que a pesar de todo nunca ha abandonado al equipo. La segunda vuelta de la temporada 2006 ya dio muchas alegrías y se tiene ahí una base para despegar el año entrante en busca de alturas importantes, ésas que un público como el lagunero ya merece porque desde la llegada de la franquicia, en 1985, la máxima fue en 1990, con el título de la Zona Norte y en donde se perdió la final ante los Bravos de León, en sólo cinco juegos.
Fue el adiós de Francisco ?Paquín? Estrada, que aquel año trabajó dos juegos atrás del pentágono en sustitución de Manuel Cazarín. Jaime Orozco vino al relevo en la séptima entrada del cuarto juego y trabajó tres innings hasta el final. Orozco estaba programado para abrir el quinto partido de la serie final, pero luego de lanzar tres episodios no se pensaba que pudiera hacerlo, sin embargo, el de Chihuahua subió a la loma y con ?Paquín? Estrada formó la batearía ganadora.
Lauro Cervantes, Juan Manuel Palafox, Hilario Rentería, Encarnación Hernández y Jeff Perry eran la base del pitcheo en el Unión Laguna; a la ofensiva cómo olvidar a Jesús Sommers, Dave Stockstill, Luis Alfonso ?Cochito? Cruz, Jason Felice, Francisco Guerrero, Ramón Abril y Herminio Sáiz, en donde siempre debió estar, en la tercera base.
