El proceso actual de Vaqueros Laguna incluye de manera trascendental, el aspecto humano; el objetivo de la organización naranja es ofrecer a los aficionados un producto de calidad llamado beisbol, pero atrás de esa situación existen situaciones que van mucho más allá de un plantel de 28 peloteros y un cuerpo técnico.
La directiva que encabeza Carlos Gómez del Campo ofreció el domingo por la noche un agradable convivio a todo el personal que labora en la organización, se vivieron momentos de gran alegría, se rifaron bonitos regalos y se hicieron votos porque el futuro inmediato sea de cosas positivas para todos quienes están ligados al beisbol profesional en la Comarca, a través de Vaqueros Laguna.
El T-Bone, las costillitas, el guacamole y las quesadillas se hicieron presentes y se demostró que en la organización desde el empleado de menor nivel hasta el mismo propietario, todos son importantes, porque aquí la pretemporada arranca en febrero y el calendario regular se extiende hasta julio, pero la actividad en las oficinas es permanente durante los doce meses del año.
El tema central de la plática se refirió obviamente al beisbol, específicamente a la integración de los Super Vaqueros Laguna, como ya los bautizó un cronista de beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico. La llegada de Marco Antonio Guzmán como manager abre la gran posibilidad de que en el cuerpo técnico se den novedades. Para nadie es un secreto que en los últimos años se han perdido muchos juegos por malas decisiones en el cajón de coach de la tercera base.
Será interesante saber si hay cambios en cuanto al coach de pitcheo, en donde Eleno Cuen y Francisco Sombra hicieron un buen trabajo en la última temporada; para primera base podría haber novedades y tampoco se conoce el nombre del instructor de bateo, en donde una opción es el regreso de Orlando Sánchez, porque Cornelio García ha dicho que aún quiere jugar la próxima temporada.
La labor que hoy realiza Iván Araujo en la Liga del Noroeste, hace pensar que el cuerpo técnico se decida por el de Ciudad Obregón para que cubra el jardín izquierdo; Araujo llegó a la organización como parador en corto, pero en 2004 y 2005 apenas reportó a la pretemporada decidió regresar a casa, hasta que en 2006, ya con una nueva directiva se quedó en el equipo, ya como jardinero, posición que adoptó al enseñar un potente brazo.
El venezolano Rafael Álvarez ha sido otra opción para ese jardín izquierdo, pero la necesidad de contratar buenos lanzadores, hace que posiblemente en Vaqueros Laguna los cuatro refuerzos extranjeros sean asignados al departamento de pitcheo; esta situación parece dejar libre el camino para la disputa entre Iván Araujo, Omar de la Torre y el mismo Sergio Palafox, cuya buena ofensiva le da la posibilidad de ganarse un lugar en el roster.
Y mientras tanto, José Amador Rodríguez se mantiene como el ofensivo mexicano más destacado en la Liga del Pacífico; el segunda base indiscutible de Vaqueros Laguna es segundo en carreras producidas, muy cerca del líder Rubén Rivera, panameño de los Tomateros de Culiacán; debajo de Amador y en tercer lugar viene Kit Pellow, hoy con los Yaquis de Ciudad Obregón. José Amador es un pelotero codiciado por varios equipos de la liga, sin embargo, Vaqueros rechaza cualquier negociación que involucre a este ?Pequeño Gigante?.
Mario Valdez tuvo gran arranque con Guasave, pero la salida del manager Enrique Reyes le puso un alto en el camino, porque se supo de algunas diferencias con el nuevo estratega, Tim Jonson. Hoy Mario Valdez ha recuperado el buen ritmo ofensivo y está entre los máximos en cuadrangulares, con 12, lo que viene a ser una cifra muy respetable en esta liga, sobre todo si se considera que faltan seis series para el final de la temporada regular.
