MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Astrónomos han encontrado cinco cadáveres estelares que parecen haberse tragado asteroides que alguna vez se movieron en órbita alrededor de ellas.
El descubrimiento sugiere que los planetas terrestres son comunes en el Universo y que misiones futuras deberían poder ver planetas girando alrededor de tenues estrellas muertas de acuerdo a la revista "New Scientist". La primera pista indirecta de asteroides kamikaze provino de hace aproximadamente 40 años, cuando los astrónomos descubrieron elementos pesados tales como magnesio en los espectros de algunas estrellas enanas blancas.
Las enanas blancas son los restos quemados de estrellas hasta ocho veces más masivas que nuestro Sol.
El hallazgo de elementos pesados, o metales, resultó sorprendente porque las enanas blancas contienen tanta masa como el Sol comprimido en un cuerpo del tamaño de la Tierra, y en donde la gravedad superficial es 10 mil veces más fuertes que en nuestro planeta.
Eso debería hacer que los elementos pesados se hundieran hacia sus núcleos, lejos de la vista.
Algunos astrónomos sugirieron que los metales podrían aparecer en los espectros cuando las enanas blancas pasaran a través de nubes interestelares de gas y barrieran con los elementos pesados.
Sin embargo, equipos independientes conducidos por Eric Becklin, de la Universidad de California en Los Angeles, y Ted von Hippel, de la universidad de Texas en Austin, ambas en Estados Unidos, sugirieron otra explicación en 2005.
Los científicos encontraron que dos enanas blancas mostraban un exceso de radiación infrarroja.
Atribuyeron esto al resplandor del polvo creado por asteroides o cometas que gravitacionalmente fueron fragmentados cuando vagaban cerca de la estrella muerta.
El polvo y los escombros producto de la desintegración caerían en la enana blanca, depositando elementos pesados allí.
Ahora, Von Hippel y el equipo de Becklin han encontrado un total de cinco enanas blancas con tales discos de escombros.
Las cinco también contienen elementos pesados, o metales, sugiriendo que ellas están rodeadas por asteroides y planetas probablemente rocosos.
Cerca de 10% de todas las enanas blancas ofrecen huellas de metales y probablemente de sistemas planetarios, pero las estimaciones de Von Hippel indican que la fracción verdadera seria de 50% o aun mayor, porque el efecto espectral es de breve duración y por lo tanto difícil de detectar.
Unido al hecho de que 98% de las estrellas llegan a ser enanas blancas cuando agotan su combustible nuclear, él sugiere que "la fracción de estrellas que crean planetas rocosos es alta". Las estrellas se calientan y se transforman en gigantes rojas antes de convertirse en enanas blancas, y la probabilidad para que alguna forma de vida sobreviva a este proceso en cualquier planeta a su alrededor es baja, afirmó Von Hippel. Sin embargo, él sugiere que las enanas blancas deben ser blancos excelentes para encontrar y estudiar planetas
extrasolares.
Esto se debe a que las enanas blancas son mil veces menos potentes que estrellas como el Sol, que son tan brillantes que borran cualquier luz reflejada de los planetas alrededor de ellas.